La conocida revista Forbes ha publicado su ranking de las marcas más valiosas de 2014. Los resultados han dejado varios puntos interesantes para la reflexión. Por un lado resulta remarcable la ventaja que obtuvo Apple como marca líder respecto a su escolta, Microsoft. También se observa un marcado dominio de las empresas vinculadas a las tecnología entre los primeros 25 puestos del ranking.
Ranking
Apple se ubica en primer lugar con un valor de USD 124 mil millones, Microsoft aparece como escolta con USD 63 mil millones. Este es sin dudas el salto más impresionante de toda la lista. En tercera ubicación se encuentra Google con USD 56,5 mil millones. Coca Cola es la primera marca no tecnológica, con USD 56,1 mil millones. IBM es la quinta con USD 47,9 mil millones. Luego tenemos a McDonald’s con USD 39,9 mil millones, General Electric con 37,1 mil millones, Samsung con USD 35 mil millones, Toyota con USD 31,3 mil millones y Louis Vuitton con USD 29,9 mil millones.
El ranking no señala directamente la facturación de las empresas, solo la importancia que tiene la marca. Las empresas de construcción pueden realizar negocios multi millonarios, pero en ellos la marca no tiene tanto peso. Un punto similar puede establecerse para las agrarias o la industria pesada.
Método
Para la construcción de este ranking Forbes no se ha enfocado en la percepción de los consumidores. Una decisión que resulta lógica en tanto esa percepción no necesariamente se traduce en acciones. El reporte considera los números observados a nivel financiero. Desde este punto de vista las marcas más valiosas son aquellas que generan más valor.
Como universo de análisis se consideraron 200 marcas. Las marcas tenían que tener presencia en los Estados Unidos. El primer parámetro considerado fueron los ingresos generados por la marca antes de los intereses e impuestos durante los últimos 3 años. Luego se sustrajo el 8% del capital empleado por la marca, dado que la publicación supone que es el monto mínimo que debe generarse por año en ingresos. Luego se aplicaron impuestos teniendo en cuenta el máximo del país de origen de la compañía. Posteriormente se asignó una parte de los ingresos a la marca considerando el tipo de industria. Luego se asignó un valor promedio en relación a los ingresos.
