Este jueves, un cohete Falcon 9 de Space X explotó en su plataforma de lanzamiento de Cabo Cañaveral, durante el testeo de sus cohetes de propulsión. De acuerdo a declaraciones realizadas por la NASA a la agencia Associated Press, la explosión se sintió en varios kilómetros a la redonda.
Space X confirmó la destrucción del cohete y aclaró que no se registraron heridos. El Falcon 9 estaba preparado para llevar al satélite de comunicaciones Amos 6, de la firma israelí Spacecom, que lo había adquirido en 2012 por US$195 millones. El objetivo de este artefacto era llevar internet a la región africana del sub-Sahara y formaba parte de la iniciativa Internet.org de Facebook.
“Estamos decepcionados con la pérdida”, indicó Facebook en declaraciones realizadas a The Verge. “Sin embargo, seguimos comprometidos en nuestra misión de conectar a las personas de todo el mundo a internet”, añadió.
La explosión llegó en un momento crucial para Space X, ya que todavía se estaba recuperando de un incidente ocurrido en 2015, cuando otro de sus Falcon 9 explotó durante su lanzamiento. Luego de un hiato, la compañía volvió al ruedo en diciembre cuando llevó al espacio al satélite Orbcomm-2.
Los planes futuros incluyen el lanzamiento de su primer cohete de gran porte a finales d 2016, el transporte de astronautas al a Estación Espacial Internacional durante 2017, y una misión a Marte en 2018.
