Los sistemas de identificación facial son uno de los mecanismos de seguridad que mayor desarrollo han tenido en los últimos años. Sin embargo tanto la efectividad como la confiabilidad de sus resultados todavía no son las que muchos desearían.
Por supuesto, también está el tema de la defensa de la privacidad que en muchos países ha obligado a establecer límites y normas de uso, con estados y ciudades que directamente han prohibido este recurso en la vía pública.
Rusia se encuentra entre los países que han adoptado esta tecnología con mayor entusiasmo y menos restricciones.
Sin problema
Según un corte de Moscú los sistemas de reconocimiento facial no suponen una violación de la privacidad de sus ciudadanos.
Alena Popova, una abogada activista y Vladimir Milov, lider del partido Slidarnost, habían presentado una demanda contra el Departamento de Tecnología de Moscú, que es el encargado del sistema de vigilancia de la capital.
El objetivo era prohibir el uso de esta tecnología en protestas y eventos.
El sistema de reconocimiento de la capital rusa terminó su despliege en diciembre, costó USD 50 millones e incluye más de 100 mil cámaras de vigilancia.
Utilidad y uso
El sistema de cámaras ha sido empleado recientemente para controlar que las personas permanezcan en sus casas durante los periodos de cuarentena por el coronavirus.
También ha sido utilizado para rastrear a los deudores de prestamos personales.
Otra aplicación es la vigilancia en áreas de gran concurrencia, para la seguridad de las personas. Según los administradores los videos son eliminados luego de 5 días de registrados, salvo que exista un pedido de las agencias del orden.
Logicamente, en un país en los que los líderes de la oposición a menudo sufren atentados o mueren de forma misteriosa la posibilidad de ser identificado en una manifestación en contra del gobierno deja a muchos sin dormir.
