Los automóviles sin conductor de Google han sido víctimas de más de una veintena de ataques durante los últimos años. Estas agresiones varían en formas, a veces son solo lanzamientos de piedras, en otras ocasiones los conductores han intentado arrojar a los autos fuera de la carretera. En los casos más graves los empleados de la compañía que ocupaban el puesto de conductores de emergencia en los autos han sido amenazados con armas improvisadas y hasta con revólveres.
La mayoría de las pruebas actuales se realizan en el estado de Arizona, en particular en Chandler. Los ataques parecen motivados por diversas razones que van desde la objeción a las pruebas de automóviles sin conductor en el espacio público, hasta el simple rechazo de la inteligencia artificial y el temor a la automatización y las pérdida de empleo.
Erik O’Polka, uno de los agresores, argumenta que, en referencia a los autos, “existen otros lugares en los que pueden probarlos”. Su mujer admite que Erik a menudo frena de forma repentina en frente de los autos Waymo solo para que ella pueda gritarles y exigirles que se vayan del vecindario. La pareja podría podría ser tomada por un simple par de extremistas sin sentido si no fuera porque uno de los vehículos Waymo casi atropella a su hijo de 10 años.
Los analistas esperan que estas acciones de rechazo aumenten a medida que las pruebas de la tecnología se expandan. Waymo ha evitado cualquier tipo de confrontación y no ha levantado cargos contra los agresores en ninguno de los casos. En cambio ha querido destacar que los ataques son incidentes poco significativos cuando se considera la extensión de las pruebas, que involucran más de 30 mil kilómetros recorridos.
