Las tensión entre los gobiernos de los Estados Unidos e Irán han ido en aumento desde que se produjeran los ataques a dos buques petroleros en el Golfo de Omán y la administración Trump señalara a su rival en medio oriente como responsable. El derribo de un avión no tripulado espía hizo que la situación se complicara aún más y varios funcionarios estadounidenses comenzaran a hablar de iniciar acciones militares.
Afortunadamente, al menos por el momento, el conflicto no ha escalado. Sin embargo si lo ha hecho en el mundo de las redes informáticas.
Según revela el Washington Post Estados Unidos habría lanzado varios ataques contra las redes iraníes que controlan el lanzamiento de los misiles de dicho país.
Los ataques contra la Guardia Revolucionaria Islámica no fueron improvisados sino una recomendación del Pentágono luego de los ataques contra los buques petroleros.
Thomas Bossert, un oficial del área cibernética de la Casa Blanca, señaló que la operación tiene un doble objetivo, proteger a la armada estadounidense y dificultar las amenazas informáticas que pudieran surgir desde la red afectada.
El New York Times ya había señalado hace unos días que el Comando Cibernético de los Estados Unidos había pasado de una postura defensiva a una ofensiva. Esta organización fue autorizada en 2018 por el congreso de dicho país a realizar operaciones militares clandestinas con el objetivo de desalentar, proteger o defender al país ante cualquier actividad informática maliciosa.
Hace ya varios años que el ciberespacio y las redes informáticas se han convertido en un nuevo campo de batalla entre naciones rivales. En este ámbito los ataques pueden ser de diversa naturaleza y a menudo se confunden con actividades que normalmente clasificaríamos como parte del mundo del espionaje.
Por lo pronto, y en esta situación particular, el hecho de que existan alternativas al conflicto armado es una buena noticia.
