Si bien es usualmente descripto como un laboratorio semi-secreto, en verdad se trata de un área de investigaciones de ánimo discreto (al menos en las primeras instancias del desarrollo) que cuenta con el total apoyo de una de las compañías más poderosas en la escena global: Google. Con orígenes que se remontan al año 2010, por entonces empujados por el ánimo de desarrollar un vehículo de conducción autónoma (años después ya hemos visto un prototipo del automóvil sin conductor), Google X es la incubadora de proyectos como las Google Glass, Project Loon y Project Wing, entre otros.
Es sabido que la compañía de Larry Page y Sergey Brin también se interesa e incursiona en el campo de la salud. La inversión en Calico (más detalles aquí) es una muestra cabal de ello. También Google X mete sus narices en aquel terreno; de hecho, recientemente Google anunció la compra de una startup que desarrolla una cuchara para pacientes con enfermedades como Parkinson, la cual ha comenzado a trabajar en Google X; también son conocidas las Contact Lens, lentes de contacto inteligentes especialmente destinados a pacientes diabéticos, los cuales han surgido de aquel claustro de investigación, proyecto para el cual dieron cuenta de una sociedad con la farmacéutica Novartis.
Ahora, según informa The Wall Street Journal, un nuevo proyecto de Google X se mete de lleno en el área de la salud. Al igual que muchas de las iniciativas de aquel departamento, ésta podría ser confundida con una extracción de un filme de ciencia ficción, sin embargo se trata de un proyecto que hace pie en el mundo real. Andrew Conrad, uno de los científicos más influyentes de Google X, confirmó a la mencionada fuente que trabajan en una píldora capaz de encontrar enfermedades en el cuerpo humano.
Esta pastilla permitirá entregar certeros diagnósticos al ser ingerida por el paciente. Tal como señala The Verge, en el interior de la píldora habrá nano-partículas magnéticas y proteínas; conjunto que permitirá a los profesionales de la medicina establecer diagnósticos certeros. Este sistema se vincula con un dispositivo wearable programado para “llamar” a las partículas y estudiarlas.
En tanto, este proyecto que insumirá años para que sea implementado y en cual trabaja un equipo de aproximadamente cien especialistas, tiene como objetivo simplificar los diagnósticos, y contará con el beneficio de no requerir grandes infraestructuras (al no depender de un laboratorio podrá ser aplicada en cualquier región del mundo); además propiciará diagnósticos tempranos y anticipará los tratamientos. Asimismo, los médicos podrán llevar un control a tiempo completo en torno a la salud de sus pacientes.
Como es costumbre en Google X, iremos conociendo más detalles de este nuevo proyecto en forma paulatina.
Imagen: AP
