MIE, 16 / MAR / 2011

El sismo en Japón hace tambalear el mercado tecnológico mundial

El 90% de la producción global de circuitos integrados se realiza en Japón. La firma de inversiones Merrill Lynch pronosticó que las cadenas de suministros de las empresas tecnológicas de todo el mundo tardarían de cuatro a seis meses para recuperar los daños provocados por el terremoto de 9.0 grados en la escala de Ritcher que sufrió Japón. Según Daniel Heyler, jefe de investigaciones de semiconductores en Merrill Lynch, mientras el daño en la cadena productiva japonesa aún está siendo evaluado, los fabricantes globales, incluso los productores taiwaneses de hardware, deberían ir buscando nuevos socios para conseguir su suministro de componentes. “La velocidad de recuperación de la cadena de producción tecnológica mundial dependerá en la seriedad del daño que ha sufrido la cadena productiva japonesa”, indicó Heyler mediante un comunicado periodístico. ¿Cómo puede ser que un sólo país cause tanta conmoción a nivel global? Resulta que el segmento IC (circuitos integados), que fabrican semiconductores, se verá afectado porque algunas compañías niponas cerraron sus plantas, como Mitsubishi y Hitachi, que juntas producen el 90 por ciento de los materiales de ese segmento. Como si esto fuera poco, en Japón se produce el 40 por ciento de las memorias NAND Flash, las cuales son insertadas en la mayoría de los smartphones y tablets actuales como medio de almacenamiento interno. Los únicos segmentos en el que Japón no posee una posición dominante es la fabricación de paneles LCD, memorias DRAM y circuitos integrados lógicos, donde ostenta el 10 por ciento del market share. De todas formas, la escasez de productos es más posible que afecte a pequeñas empresas y menos probable en las major como Apple, debido a que realizan encargos muy grandes con mucha antelación. El panorama es bastante desalentador. El proveedor natural de productos tecnológicos es China, que está afectada por una fuerte inflación. Si a esto se le suma el cierre de varias fábricas japonesas vitales en el circuito productivo hace creer que de aquí hasta el tercer trimestre los precios de electrónicos aumentarían. Por último, Hitachi y Mitsubishi no son las únicas firmas que han bajado las persianas en varias de sus fábricas en Japón. Fujitsu lo ha hecho con diez de sus plantas; Sony y Canon cerraron ocho; Toshiba, dos; y Panasonic ha disminuido su ritmo de producción en varias de sus fábricas.

La firma de inversiones Merrill Lynch pronosticó que las cadenas de suministros de las empresas tecnológicas de todo el mundo tardarían de cuatro a seis meses para recuperar los daños provocados por el terremoto de 9.0 grados en la escala de Ritcher que sufrió Japón.

Según Daniel Heyler, jefe de investigaciones de semiconductores en Merrill Lynch, mientras el daño en la cadena productiva japonesa aún está siendo evaluado, los fabricantes globales, incluso los productores taiwaneses de hardware, deberían ir buscando nuevos socios para conseguir su suministro de componentes.

“La velocidad de recuperación de la cadena de producción tecnológica mundial dependerá en la seriedad del daño que ha sufrido la cadena productiva japonesa“, indicó Heyler mediante un comunicado periodístico.

¿Cómo puede ser que un sólo país cause tanta conmoción a nivel global? Resulta que el segmento IC (circuitos integados), que fabrican semiconductores, se verá afectado porque algunas compañías niponas cerraron sus plantas, como Mitsubishi y Hitachi, que juntas producen el 90 por ciento de los materiales de ese segmento.

Como si esto fuera poco, en Japón se produce el 40 por ciento de las memorias NAND Flash, las cuales son insertadas en la mayoría de los smartphones y tablets actuales como medio de almacenamiento interno.

Los únicos segmentos en el que Japón no posee una posición dominante es la fabricación de paneles LCD, memorias DRAM y circuitos integrados lógicos, donde ostenta el 10 por ciento del market share.

De todas formas, la escasez de productos es más posible que afecte a pequeñas empresas y menos probable en las major como Apple, debido a que realizan encargos muy grandes con mucha antelación.

El panorama es bastante desalentador. El proveedor natural de productos tecnológicos es China, que está afectada por una fuerte inflación. Si a esto se le suma el cierre de varias fábricas japonesas vitales en el circuito productivo hace creer que de aquí hasta el tercer trimestre los precios de electrónicos aumentarían.

Por último, Hitachi y Mitsubishi no son las únicas firmas que han bajado las persianas en varias de sus fábricas en Japón. Fujitsu lo ha hecho con diez de sus plantas; Sony y Canon cerraron ocho; Toshiba, dos; y Panasonic ha disminuido su ritmo de producción en varias de sus fábricas.

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