Los Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda han acusado a China de llevar adelante una campaña global de robo de propiedad intelectual a través de Internet.
En Estados Unidos el director del FBI, Chris Wray, señaló: “Ningún país supone una amenaza más amplia y severa a largo plazo para la economía de nuestra nación y nuestra infraestructura digital que China. El objetivo de China es reemplazar a los Estados Unidos como la superpotencia líder a nivel mundial, y está utilizando métodos ilegales para lograrlo”.
Estas declaraciones se realizaron luego de que fiscales de Estados Unidos emitieran cargos contra ciudadanos chinos por haber de entrado ilegalmente a las redes de la Armada, la NASA y el Departamento de Energía. Además de estas instituciones muchas empresas privadas fueron afectadas. Entre las compañías atacadas se encuentran firmas muy conocidas, como es el caso de Hewlett Packard e IBM.
El objetivo de los hackers fue acceder a la propiedad intelectual e información confidencial de las empresas. Estos datos le podrían dar a las compañías de origen chino grandes ventajas competitivas. Los hackers habrían actuado como parte de un grupo vinculado al Ministerio de Seguridad Estatal de china. El gobierno chino ha negado todos los cargos lanzados en su contra.
Según oficiales británicos la campaña es una de las más serias, estratégicamente significantes, persistentes y potencialmente dañinas series de incursiones contra el Reino Unido y sus aliados.
Por su parte, Australia ha declarado oficialmente su preocupación ante los robos de propiedad intelectual. Nueva Zelanda se ha unido a esta denuncia expresando su rechazo a la campaña.
Se espera que Japón, Canada, Holanda y Suecia realicen denuncias similares.
