Sería muy ingenuo desconocer que existen organizaciones -algunas de carácter privado y otras gubernamentales- destinadas específicamente a estudiar y poner en marcha ataques informáticos con fines varios, generalmente políticos o económicos.
De hecho hace apenas días reflejábamos en un artículo la preocupación de gobiernos y empresas por una escalada en cuanto a ataques informáticos durante el último año. Pero de ahí a sugerir la necesidad de atacar a un país poniendo como excusa la existencia de un “arma de destrucción masiva informática” es como exagerado.
¿Los protagonistas? No es muy difícil de adivinar: Estados Unidos e Irán, por supuesto el primero acusando al segundo.
La cosa es que si el país del norte se dio el “lujo” de invadir Irak con la excusa de buscar armas convencionales de destrucción masiva –que nunca aparecieron-, ¿qué tan fácil les resultaría acusar a un gobierno de disponer de un “ciberejército” capaz de hacer colapsar todo el sistema capitalista, y a partir de eso montar un operativo militar?. Al fin y al cabo, les bastaría con apilar algunas computadoras en un búnker para “justificar” su accionar. Bastante más fácil que “plantar” un misil nuclear.
Aunque parezca insólito esta parece ser la nueva coartada para lograr de una buena vez por todas la invasión a Irán que desde hace años se viene intentando para hacerse con sus reservas petrolíferas. Leon E. Panetta, secretario de defensa de Obama, aseguró que el país que preside Mahmud Ahmadineyad es el responsable de una ola de ataques informáticos que afectó a la industria petrolera saudí (entre las que se encuentra Saudi Aramco, la mayor proveedora de petróleo del mundo), y a entidades financieras norteamericanas.
Pero no se quedó con eso. Aseguró que Estados Unidos está expuesta a un “ciber Pearl Harbor“, y como no podía ser de otra manera, deslizó que un ataque convencional sería la respuesta para terminar con la amenaza.
Panetta basa sus dichos en un informe de espías estadounidenses que asegura que desde 2011 Irán tiene en su poder a un ejército de Cybercorps entrenado para llevar a cabo estos ciberataques. Algunos analistas coinciden en afirmar que, de ser cierta la afirmación, su poder de acción sería bastante inferior al de países como Rusia o China, de los que se sabe disponen de este tipo de grupos, aunque por supuesto estando todavía todavía lejos de los planes de EE.UU. para un ataque o invasión.
Resulta curioso que Panetta trace un paralelo con el ataque japonés a Pearl Harbor en 1941 considerando que son cada vez más fuertes las teorías que afirman que, el por entonces presidente, Franklin D. Roosevelt sabía perfectamente de las intenciones de la armada nipona, y que simplemente “los dejó actuar” porque que de esa manera se garantizaba el apoyo del pueblo para entrar oficialmente en la Segunda Guerra Mundial, como de hecho lo hizo (con bombas atómicas incluidas).
