Aunque parece la trama de una película de suspenso, con sospechas de espionaje industrial, escenas de violencia, y un final trágico, se trata de un caso real: un empleado de la planta que fabrica iPhones en China se suicidó luego de la desaparición de un prototipo de la cuarta generación del teléfono inteligente de Apple.
Se trata de Sun Danyong, un ingeniero de 25 años que trabajaba para Foxconn, uno de los mayores fabricantes de los productos de la firma de la manzana en el mundo, que opera en la ciudad de Shenzen, en el sur de China.
El joven empleado era responsable de enviar 16 prototipos del iPhone de cuarta generación a la casa matriz de Apple, pero uno de ellos desapareció misteriosamente. El joven reportó la pérdida de inmediato y acto seguido la compañía inició una investigación.
Tres días después Sun se arrojó del duodécimo piso de un edificio, hecho ante el que Apple y Foxconn, dijeron que lamentaban su muerte y que esperaban los resultados de las indagaciones, dado que las circunstancias que condujeron al supuesto suicidio del joven no están claras.
Según las declaraciones que hicieron a un diario de Taiwán algunos ex compañeros de la universidad de Sun, durante la investigación emprendida por Foxconn, el joven fue encerrado en una sala y golpeado por el equipo de seguridad de la firma, que también registró su casa sin autorización.
Los estudiantes añadieron que Sun les comentó en un sitio de chat que había tenido una de las experiencias más humillantes de su vida, y tras ello Foxconn informó que suspendió a su jefe de seguridad, mientras las autoridades chinas investigan las denuncias de los ex compañeros de la víctima, informó la BBC.
De acuerdo a la agencia de noticias Associated Press, los empleados que trabajan con los nuevos productos de Apple se encuentran bajo una fuerte presión para mantener en secreto sus artefactos, porque la empresa de Cupertino siempre es un blanco permanente de periodistas, clientes y competidores que tratan de conocer sus productos más recientes antes de que salgan al mercado.
Por otro lado, la compañía de origen taiwanés ya había sido acusada de maltratar a sus empleados, aunque siempre negó este tipo de denuncias, por lo que el caso abrió la polémica sobre la tremenda tensión que sufren los empleados de Apple que trabajan en la elaboración de nuevos productos, cuyas tareas se realizan siempre con un enorme secreto, y bajo el suspenso que crea la firma antes de sus lanzamientos.
