MIE, 28 / DIC / 2016

Proveedores chinos de Apple descartan la idea de producir el iPhone en EE.UU.

El nuevo presidente de ese país, Donald Trump. ya deslizó en varias oportunidades que las empresas estadounidenses deberán producir en suelo local o, por el contrario, pagar mayores aranceles.

Durante la campaña presidencial de 2016, Donald Trump llamó a la industria tecnológica estadounidense a fabricar sus productos en su territorio y no mediante la mano de obra barata en el extranjero. Esto lo molesta por dos razones: no sólo los trabajadores de las líneas de montaje estadounidenses no se beneficiaron de la explosión en las ventas de dispositivos móviles, sino que también considera que los consumidores de ese país estaban pagando salarios de trabajadores extranjeros cuando compraron un nuevo iPhone, por ejemplo.

Inmediatamente después de la victoria de Trump en las elecciones presidenciales, Apple habló con Foxconn y Pegatron sobre la posibilidad de instalar una línea de montaje del iPhone en los Estados Unidos. Mientras que Foxconn supuestamente aceptó ayudar con la logística de tal movimiento, Pegatron dijo que los costos involucrados en tal movimiento serían prohibitivos.

De acuerdo con un nuevo informe que fue publicado hoy, la mayoría de los proveedores en China confían en que no se moverá ninguna operación a los EE.UU. Una de las empresas mencionadas, Lens Technologies, que proporciona cristales a Apple, aseguró que que está preocupada por la posibilidad de tener que pagar salarios más altos, y afirmó que los trabajadores de los EE.UU. son menos flexibles cuando se trata de hacer coincidir los horarios de trabajo con la demanda de los productos de la empresa.

En general, Apple ha construido un sistema en China con proveedores físicamente agrupados cerca de fábricas propiedad de los ensambladores Foxconn y Pegatron. Moviendo la producción del iPhone a los Estados Unidos probablemente no se podría replicar este sistema de cadena de suministro. Los proveedores además tendrían problemas propios. Una orden para ciertos componentes de metal que llevaría 10 días para cumplir en Shenzhen, podría tomar hasta un mes en los Estados Unidos, ya que las compañías estadounidenses no podían proporcionar todo lo necesario para ayudar a producir los componentes.

Trump ha prometido imponer un arancel del 35% a productos como el iPhone que se fabrican en el extranjero y se envían a su país. Lo que el presidente entrante podría no haber considerado es que Apple probablemente pasará parte de la suba de precios a los consumidores.

Vía: AppleInsider

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