MAR, 14 / SEP / 2010

Qué sucede con la portabilidad numérica en América Latina

México y Brasil fueron los early adopters de esta tecnología en la región, y a más de tres años de la implementación, el porcentaje de usuarios que utiliza el servicio de portabilidad es muy bajo, menor al 5% ¿las causas? Incompatibilidad de tecnologías entre las operadoras, exagerada espera a que el trámite se realice y poca participación del sector gubernamental en la regulación ¿Cómo será en Argentina? Hace unas semanas nos enterábamos que la portabilidad numérica para teléfonos móviles se había reglamentado en la Argentina, tras un serio retraso de 12 años, y muchos festejaron por la noticia. Sin ir más lejos, lo que trae la portabilidad al país (o mejor dicho, lo que traería, dado que recién el año que viene sería una realidad) es la posibilidad para el usuario de ser dueño de un número de teléfono móvil y libre de elegir cualquier compañía para que administre los servicios. Por esos días entrevistábamos al consultor Alejandro Prince, quien se mostró bastante escéptico con la resolución: “A consecuencia del atraso, la portabilidad no vale lo mismo que hace una década porque justamente en celulares es cada vez más sencillo avisarle a todo el mundo que cambiaste la línea” y agregó: “No para todos los usuarios vale la portabilidad lo mismo. Para profesionales y comercios va a ser importante, ellos hubieran pagado desde el principio por ese servicio. Pero la realidad es que gran parte de los usuarios de prepago, pertenecientes a los niveles medios y bajos, demuestran con su conducta que no respetan el número de línea, no lo respetan”. Argentina, pese al retraso mencionado, no está tan mal parada frente al resto de los países de la región: México, el primer implementador de portabilidad numérica en Latinoamérica, comenzó a ofrecer el servicio hace no más de cuatro años, y Brasil, el segundo de la lista, va por su tercer año de vida con portabilidad móvil. Chile, Perú y Ecuador completan la lista de implementadores con nueve meses de experiencia ¿Cómo les fue en cada caso? Para obtener un panorama enriquecido de la situación, RedUSERS dialogó con Erasmo Rojas, vicepresidente para América Latina y el Caribe de 3G Americas, una organización comercial compuesta por proveedores de servicios y fabricantes de telecomunicaciones cuya misión es promover la implantación de la familia de tecnologías GSM, incluso LTE, en todo el continente. “México fue el primer implementador de la región. Después de un año de portabilidad vimos que la empresa que más ganó fue Nextel, a expensas de Movistar y Telefónica. La razón principalmente fue que las dos últimas empresas utilizaban la misma tecnología, por lo que la migración de usuarios fue entre ellas y no involucró a Nextel, que ofrece a los usuarios una tecnología distinta por lo tanto no les convenía migrar en absoluto de operador. O sea, los usuarios debían cambiar estrictamente de terminal si querían pasar de Nextel a Movistar o viceversa. Esto sucede también en Argentina, pero según dijeron desde Nextel, van a adaptar sus sistemas para ofrecer la misma tecnología que Claro, Personal y Movistar”. En Brasil el caso es aún más paradigmático respecto a la penetración de la tecnología móvil en la región. Si en México llega al 78%, un porcentaje que Erasmo considera bajo dado el promedio de 90% de penetración en América Latina, Brasil llega al 95% y se cree que a finales de 2010 alcanzará el 100%. ¿Qué sucede entonces en un país con total penetración de teléfonos celulares? “Tras tres años de portabilidad, los resultados indican que 6,3 millones de usuarios implementaron la portabilidad entre redes fijas (30%) y móviles (60%). En otras palabras, de 188 millones de usuarios, sólo 4,5 millones utilizan la portabilidad móvil, esto no es más que el 2% o el 3% del total de la población brasilera”. Para un servicio que se plantea para el usuario como el principio de todos los beneficios resulta llamativo que sean tan pocos quienes hayan decidido ser dueños de sus propios números telefónicos. Erasmo lo explicó de la siguiente manera: “Cuando se anuncia la portabilidad se generan muchas expectativas en los usuarios, incentivos que a veces no encuentran espacio porque de eso depende cuáles sean las facilidades que lo llevan a elegir la portabilidad. Todavía existen muchas trabas tecnológicas y administrativas para la masificación del servicio. Hay clientes que deben esperar de una semana a un más para pasar de una operadora a la otra. Eso es muchísimo tiempo y desgasta al usuario”. Lo ideal, según su punto de vista, sería que el gobierno interviniera directamente en la regulación del servicio para que el pasaje se haga más rápidamente. Al mismo tiempo, todas las operadoras deberían brindar acceso a la base de datos actualizada permanentemente con todos los números telefónicos y datos de los clientes para facilitar el traspaso y fomentar la transparencia del sistema. “Tengamos en cuenta que los operadores no están saltando de alegría por la portabilidad, ahora deberán enfrentarse a la migración de usuarios y elaborar estrategias para retener sus clientes o ganar el de las otras operadoras”, señaló Rojas. Sin ir más lejos, para que un país pueda implementar la portabilidad numérica realmente, primero se deberá conformar un comité de portabilidad oganizado por el gobierno y los distintos representantes de las operadoras. Básicamente la tarea del comité será establecer los pasos y reglas de juego a seguir para la implementación. En una situación  ideal el cambio de servicio debería ser online, como sucede en EEUU donde los usuarios entran a Internet y con solo hacer un par de clicks ya cambian de servicio: “Ellos no deben hacer más que elegir, del resto se encargan las empresas y sólo demora un par de horas. Aquí la clave es hacer que el operador trabaje junto al otro operador a la par”. Con respecto a los proyectos reciente de implementación portable como Chile y Ecuador, en 9 meses recién 39 mil líneas se adhirieron al servicio. ¿Qué sucederá en Argentina? “Cuando se comience a implementar la portabilidad van a encontrar que los operadores empiezan a posicionarse, a decirle a la gente cuáles son sus planes reales de cobertura, van a atender mejor al cliente y sus reclamos, van a estar en contacto directo con ustedes porque necesitarán retenerlos. Seguramente les ofrezcan planes increíbles y a buen precio, y eso es lo bueno de la portabilidad, va a premiar al mejor operador y al más transparente con sus usuarios. Entonces, la gente tendrá la chance de elegir al que considere mejor”. En Argentina existe uno de los porcentajes de penetración de telefonía móvil más amplios de la región, 124%, y conviven 3 operadores muy equilibrados (Claro, Movistar y Personal) que poseen diferencias de entre 2 y 3 puntos entre sí. Salvo Nextel, todos tienen la misma tecnología, 3GSM, y de todas maneras, Nextel aseguró que pasará a este sistema para principios de 2011. Como verán, el campo para que entre las 4 ofrezcan lo mejor de sí está casi sembrado, sólo resta definir lo más imporante: cómo se organizará el servicio de portabilidad y ver cuál es el rol del Estado como regulador para garantizar la correcta implementación y el bienestar del usuario ¿ustedes qué opinan? ¿la portabilidad no es un paso más como derecho de consumidor que nos merecemos? Por LP

México y Brasil fueron los early adopters de esta tecnología en la región, y a más de tres años de la implementación, el porcentaje de usuarios que utiliza el servicio de portabilidad es muy bajo, menor al 5% ¿las causas? Incompatibilidad de tecnologías entre las operadoras, exagerada espera a que el trámite se realice y poca participación del sector gubernamental en la regulación ¿Cómo será en Argentina?

Hace unas semanas nos enterábamos que la portabilidad numérica para teléfonos móviles se había reglamentado en la Argentina, tras un serio retraso de 12 años, y muchos festejaron por la noticia. Sin ir más lejos, lo que trae la portabilidad al país (o mejor dicho, lo que traería, dado que recién el año que viene sería una realidad) es la posibilidad para el usuario de ser dueño de un número de teléfono móvil y libre de elegir cualquier compañía para que administre los servicios.

Por esos días entrevistábamos al consultor Alejandro Prince, quien se mostró bastante escéptico con la resolución: “A consecuencia del atraso, la portabilidad no vale lo mismo que hace una década porque justamente en celulares es cada vez más sencillo avisarle a todo el mundo que cambiaste la línea” y agregó: “No para todos los usuarios vale la portabilidad lo mismo. Para profesionales y comercios va a ser importante, ellos hubieran pagado desde el principio por ese servicio. Pero la realidad es que gran parte de los usuarios de prepago, pertenecientes a los niveles medios y bajos, demuestran con su conducta que no respetan el número de línea, no lo respetan”.

Argentina, pese al retraso mencionado, no está tan mal parada frente al resto de los países de la región: México, el primer implementador de portabilidad numérica en Latinoamérica, comenzó a ofrecer el servicio hace no más de cuatro años, y Brasil, el segundo de la lista, va por su tercer año de vida con portabilidad móvil. Chile, Perú y Ecuador completan la lista de implementadores con nueve meses de experiencia ¿Cómo les fue en cada caso?

Para obtener un panorama enriquecido de la situación, RedUSERS dialogó con Erasmo Rojas, vicepresidente para América Latina y el Caribe de 3G Americas, una organización comercial compuesta por proveedores de servicios y fabricantes de telecomunicaciones cuya misión es promover la implantación de la familia de tecnologías GSM, incluso LTE, en todo el continente.

“México fue el primer implementador de la región. Después de un año de portabilidad vimos que la empresa que más ganó fue Nextel, a expensas de Movistar y Telefónica. La razón principalmente fue que las dos últimas empresas utilizaban la misma tecnología, por lo que la migración de usuarios fue entre ellas y no involucró a Nextel, que ofrece a los usuarios una tecnología distinta por lo tanto no les convenía migrar en absoluto de operador. O sea, los usuarios debían cambiar estrictamente de terminal si querían pasar de Nextel a Movistar o viceversa. Esto sucede también en Argentina, pero según dijeron desde Nextel, van a adaptar sus sistemas para ofrecer la misma tecnología que Claro, Personal y Movistar”.

En Brasil el caso es aún más paradigmático respecto a la penetración de la tecnología móvil en la región. Si en México llega al 78%, un porcentaje que Erasmo considera bajo dado el promedio de 90% de penetración en América Latina, Brasil llega al 95% y se cree que a finales de 2010 alcanzará el 100%. ¿Qué sucede entonces en un país con total penetración de teléfonos celulares? “Tras tres años de portabilidad, los resultados indican que 6,3 millones de usuarios implementaron la portabilidad entre redes fijas (30%) y móviles (60%). En otras palabras, de 188 millones de usuarios, sólo 4,5 millones utilizan la portabilidad móvil, esto no es más que el 2% o el 3% del total de la población brasilera“.

Para un servicio que se plantea para el usuario como el principio de todos los beneficios resulta llamativo que sean tan pocos quienes hayan decidido ser dueños de sus propios números telefónicos. Erasmo lo explicó de la siguiente manera: “Cuando se anuncia la portabilidad se generan muchas expectativas en los usuarios, incentivos que a veces no encuentran espacio porque de eso depende cuáles sean las facilidades que lo llevan a elegir la portabilidad. Todavía existen muchas trabas tecnológicas y administrativas para la masificación del servicio. Hay clientes que deben esperar de una semana a un más para pasar de una operadora a la otra. Eso es muchísimo tiempo y desgasta al usuario”.

Lo ideal, según su punto de vista, sería que el gobierno interviniera directamente en la regulación del servicio para que el pasaje se haga más rápidamente. Al mismo tiempo, todas las operadoras deberían brindar acceso a la base de datos actualizada permanentemente con todos los números telefónicos y datos de los clientes para facilitar el traspaso y fomentar la transparencia del sistema. “Tengamos en cuenta que los operadores no están saltando de alegría por la portabilidad, ahora deberán enfrentarse a la migración de usuarios y elaborar estrategias para retener sus clientes o ganar el de las otras operadoras”, señaló Rojas.

Sin ir más lejos, para que un país pueda implementar la portabilidad numérica realmente, primero se deberá conformar un comité de portabilidad oganizado por el gobierno y los distintos representantes de las operadoras. Básicamente la tarea del comité será establecer los pasos y reglas de juego a seguir para la implementación. En una situación  ideal el cambio de servicio debería ser online, como sucede en EEUU donde los usuarios entran a Internet y con solo hacer un par de clicks ya cambian de servicio: “Ellos no deben hacer más que elegir, del resto se encargan las empresas y sólo demora un par de horas. Aquí la clave es hacer que el operador trabaje junto al otro operador a la par”.

Con respecto a los proyectos reciente de implementación portable como Chile y Ecuador, en 9 meses recién 39 mil líneas se adhirieron al servicio.

¿Qué sucederá en Argentina? “Cuando se comience a implementar la portabilidad van a encontrar que los operadores empiezan a posicionarse, a decirle a la gente cuáles son sus planes reales de cobertura, van a atender mejor al cliente y sus reclamos, van a estar en contacto directo con ustedes porque necesitarán retenerlos. Seguramente les ofrezcan planes increíbles y a buen precio, y eso es lo bueno de la portabilidad, va a premiar al mejor operador y al más transparente con sus usuarios. Entonces, la gente tendrá la chance de elegir al que considere mejor“.

En Argentina existe uno de los porcentajes de penetración de telefonía móvil más amplios de la región, 124%, y conviven 3 operadores muy equilibrados (Claro, Movistar y Personal) que poseen diferencias de entre 2 y 3 puntos entre sí. Salvo Nextel, todos tienen la misma tecnología, 3GSM, y de todas maneras, Nextel aseguró que pasará a este sistema para principios de 2011. Como verán, el campo para que entre las 4 ofrezcan lo mejor de sí está casi sembrado, sólo resta definir lo más imporante: cómo se organizará el servicio de portabilidad y ver cuál es el rol del Estado como regulador para garantizar la correcta implementación y el bienestar del usuario ¿ustedes qué opinan? ¿la portabilidad no es un paso más como derecho de consumidor que nos merecemos?

Por LP

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