Intel entra de la mano de Motorola en un mercado enorme de smartphones, en donde ARM tiene mucho camino recorrido y un claro dominio, por tener sus procesadores en la mayoría de los dispositivos, al mismo tiempo que Texas Instruments se retira del negocio relacionado con el consumidor final.
La apariencia
Dejando de lado el contexto, centrémonos en el teléfono que tenemos en nuestras manos. La primera impresión al verlo es agradable a partir de la pantalla iluminada y un tamaño que se presume interesante. El recubrimiento del borde, hecho en aluminio, nos recuerda a otros teléfonos de Motorola, que junto a la sección posterior de kevlar dan una sensación de solidez importante, con un peso correcto. Esto se complementa con el hecho de que la batería está incorporada, sin posibilidad de abrir el dispositivo. Está claro que Motorola busca alejarse de las formas curvas y/o perfectas de los competidores, en pos de tener una estética propia, más dura. Y en esta línea, podemos decir también que el RAZR i es water resistant. Aunque cuidado, porque este dispositivo puede recibir salpicaduras, pero no podremos sumergirlo, como al Defy.
La única sección que podemos abrir es un pequeño plástico en el lado izquierdo. Detrás se ocultan las ranuras para la micro-SIM y la Micro-SD. Debajo se encuentra el micro USB y en la sección superior la entrada para auriculares. Ambos están expuestos, lo que nos hace preguntarnos hasta qué punto es resistente al agua. Del lado derecho, encontramos arriba el botón para desbloquear el celular, los botones de volumen, y un más que bienvenido botón de cámara. Detrás nos encontramos con una cámara de 8 megapíxeles con flash, que se ubica en una sección plástica, encima del kevlar. Mientras, que en el frente, contamos con una cámara de 0.3 megapíxeles, que está acompañada por el logo de Motorola en metalizado. La falta de botones físicos nos da la sensación de mayor espacio en pantalla, a pesar de que no se utiliza para otra cosa que los botones en sí.
El software
No encontrarse el Motoblur al desbloquear el celular, para en cambio ver una interfaz despojada, fue una sorpresa muy agradable. Motorola simplemente ubicó un clásico widget de hora y temperatura, en forma de círculos. Al deslizarnos hacia la izquierda, nos encontramos con una pantalla de configuración rápida, principalmente de las conexiones inalámbricas. Mientras que al dirigirnos hacia la derecha, luego de la última página nos aparecerá la opción de agregar y administrar páginas.
La interfaz, sencilla y práctica al mismo tiempo, fue como una brisa de aire fresco en un día soleado
En el plano de las apps y los juegos, la preocupación de la compatibilidad respecto del nuevo procesador no tuvo ningún punto en donde anclarse. Todas las aplicaciones y juegos que probamos funcionaron (Angry Birds: Star Wars, Arcane Legends, FIFA 2012, etc). Las únicas dos incompatibles por el momento son Adobe Air y Adobe Flash, que son tecnologías en franco retroceso y con pocos jurgos (en el caso de Air).
La Cámara
La cámara se comporta bien en condiciones con buena iluminación, destacando el modo HDR, aunque empieza a registrar un poco de ruido en las fotos de interior, con poca iluminación. Presenta una demora casi imperceptible respecto de otro teléfono que usamos para comparar, al tomar fotos: el HTC One X.
Como decíamos antes, el hecho de contar con un botón físico para sacar fotos es un gran plus. Al presionarlo con el teléfono bloqueado, inmediatamente nos abre la cámara, y al volver a presionar, sacaremos una foto. No podremos acceder a la galería o al resto del teléfono hasta tanto no lo desbloqueemos, pero es un aspecto entendible. Además, cuenta con una función interesante que permite capturar 10 fotos en menos de un segundo.
Las fotos de interior presentan un leve ruido…
…que se fue despejando…
…a medida que nos movimos al exterior.
La pantalla
Según creo, las 4,3 pulgadas de la pantalla representan un muy buen tamaño. No son las 4,7 pulgadas de los teléfonos más grandes, ni las menos de 4 de esos teléfonos que nos dejan con sabor a poco. Además, la pantalla es brillante y de gran calidad, pero sus 256 píxeles de densidad palidecen frente a los 312 del HTC One X y los 326 del último iPhone. Lo mismo podemos decir de la resolución de 540 x 960, que es muy buena, pero no configura la más alta definición. La visión es perfecta y no encontramos ningún problema, pero es un dato que puede interesar al usuario más exigente.
La batería
Llegamos aquí a uno de los puntos más fuertes del teléfono, que representaba una de las mayores preocupaciones tratándose del debut de un procesador nunca visto en un dispositivo de estas características. Con un uso moderado, chequeo de mails, navegación, juegos, etc, el teléfono resistió un día y medio de uso. Pero lo más llamativa fue su duración en modo stand-by. Con poco uso, el RAZR i se sostuvo por algo más de 3 días y todavía nos dejaba algo de batería de margen. Está claro que la batería de 2000 mAh combina muy bien con este tamaño de pantalla y procesador.
Ficha técnica
| CPU | Intel Atom Z2460; 2 GHz de un núcleo (Saltwell) |
| Pantalla | qHD 4.3´, 540 x 960 px |
| Almacenamiento | 5 GB interno y Micro SD |
| Memoria | 1 GB de RAM |
| Cámara | 8 mpx flash LED; 1080p; 0.3 mpx (frontal) |
| Puertos | Micro-USB, Micro-SD. |
| Conectividad | WiFi 802.11 b/g/n, Bluetooth |
| Medidas | 60,9 x 122,6 x 8,34 mm |
| Batería | 2000 mAh |
Links
Pros
+ Procesador de gran desempeño
+ Muy buena duración de batería
+ Botón físico para la cámara
Contras
– La pantalla podría ser mejor
Precio
Entre AR$ 2.000 y AR$ 2.500
(Disponible por Personal, Movistar y Claro)
Fecha de lanzamiento
Noviembre de 2012 en Argentina
Nota: 8,5
Nicolás Kestelboim
RedUSERS Labs
