A pesar de ser una de las firmas de automóviles más populares del momento, Tesla no logra la holgura financiera que, a priori, parecería tener. La compañía reportó esta semana US$3.3mil millones en ingresos, un número que esperaba alcanzar, pero registró una pérdida trimestral de US$771 millones, la mayor hasta la fecha.
En concreto, la compañía de Elon Musk reportó un flujo de caja negativo de US$276.7 millones y una perdida neta de US$2,24 mil millones en 2017, un aumento significativo respecto a la pérdida neta de US$773 millones reportada en 2016.
El año que acaba de concluir para Tesla tuvo altas y bajas. Si bien se anunciaron los muy elogiados Model 3 (que ya está a la venta), Semi y Roadster, la empresa tuvo que lidiar con problemas en las primeras unidades entregadas del Model 3, distintas acusaciones sobre la mano de obra utilizada y la inyección de dinero constantes para acelerar sus líneas de producción.
La compañía informó que las entregas del Model 3 fueron de 1,550 en 2017, según un informe publicado el 3 de enero, y en el cuarto trimestre del año pasado, se fabricaron 2,425 unidades.
En total, Tesla entregó más de 102,000 vehículos en 2017 cuando se incluyen los Model S y Model X, un número por encima de su objetivo inicial de 100,000 vehículos entregados en el año.
El informe de Tesla del tercer trimestre de 2017 mostró que los esfuerzos de la compañía para poner en producción el Model 3 están costando una fortuna. La compañía perdió más de US$ 600 millones solo en ese período de tres meses, más de lo que perdió en todo el 2016. Por lo tanto, las cifras de pérdidas de todo el año son, sin dudas, una lectura sombría.
Vía: TheVerge
