Para este fin contamos con tres aplicaciones, todas seguramente a un par de clics del equipo de cualquier usuario promedio. La primera está de hecho integrada en Windows desde Vista (¡y pensar que hay gente que todavía lo critica…! ¡Si tan solo hubiesen podido disfrutarlo…!) y se llama, de manera presagiosa, Recortes.
Es muy liviana y funciona como un auténtico TSR: queda en segundo plano monitoreando todas las ventanas abiertas en el equipo, y con un solo clic en [Nuevo] podremos tomar una nueva instantánea. En el caso de que la que tomemos no nos satisfaga, podremos hacer clic en [Cancelar], y la forma de la instantánea se definirá desde el menú desplegable del botón [Nuevo].
Las opciones son [Recorte de forma libre], que nos permite tomar recortes con borde a mano alzada; [Recorte rectangular], que nos permite definir un recorte de tamaño personalizado cuadrado o rectangular; [Recorte de ventana], que captura la ventana o cuadro de diálogo activo, y [Recorte de pantalla completa], que captura la pantalla entera.
Los recortes capturados se mantienen en una ventana, por lo que si lo que se quiere es consultarlos, estarán siempre disponibles. En el caso de que queramos guardarlos, siempre podemos presionar [Guardar] o [Copiar]. Además, los recortes pueden enviarse por correo electrónico (en el cuerpo del mensaje o como dato adjunto) con [Enviar recorte], y además podemos apuntar lo que necesitemos. Para esos menesteres las herramientas son tres: [Lápiz], [Marcado de resaltado] (ambos en varios colores) y [Borrador].
