Por: Alejandro D'Agostino [tw: @lale_ ] / JUE, 28 / NOV / 2013

Unión Informática: “Los salarios argentinos son iguales a los de la India”

Así lo aseguraron a RedUSERS Pablo Dorín (izq.), secretario general; y Christian García (der.), secretario gremial del sindicato IT. También adelantaron que piden un piso salarial de 8.000 pesos.

Hace unas semanas, les informamos que Unión Informática había conseguido la inscripción gremial, razón por la cual ya podían comenzar a afiliar empleados y funcionar como un sindicato tradicional. Fuimos hasta la Confederación General del Trabajo (CGT) en el barrio porteño de San Telmo, donde tiene sede el sindicato, para hablar con sus autoridades.

Allí nos encontramos con Pablo Dorín, secretario general de UI; y Christian García, secretario gremial, a dos años de la primera entrevista que les realizamos cuando recién arrancaba el proyecto del sindicato.

En 2011, cuando los entrevistamos por primera vez, pedían un piso salarial de 5.000 pesos, ¿cuáles son las mejoras que pide el Sindicato actualmente?

PABLO DORÍN: Hoy queremos llevar el salario mínimo a 8.000 pesos brutos, lo que sería casi 7.000 en mano. La negociación no se basa en que el Sindicato sea lindo, sino que depende de la cohesión de los trabajadores. A la hora de negociar, Christian lleva al papel una relación de fuerzas que produjeron trabajadores dentro de esa empresa. Depende más de los trabajadores que de la capacidad de negociación del sindicato.
También sabemos que hay que ir en etapas. Esto te lleva a moderarte y pedir lo posible. Queremos mejorar las cosas. La sindicalización también deberá lograr que tomen conciencia algunos dirigentes empresarios. Por ejemplo, IBM, cuando hicimos aquella nota, el salario mínimo estaba en 2.100 pesos, hoy está en 3.600 pesos. Y eso no hubiera pasado antes del Sindicato, no fue bondad de la empresa, sino que sintió la presión de las tres huelgas que hicimos.

¿En qué valores está el salario mínimo de los trabajadores del sector?

CHRISTIAN GARCÍA: Hoy por hoy, según los recibos que nos dan los empleados, está en 2.965 pesos.
PD: A un trabajador de software le conviene más vender ropa o tocar mal la guitarra en un subte. Esto lo ves en todas las multinacionales. Nunca tuvimos un nivel de adhesión tan grande como este que tenemos con Tata. Es tan grave la situación, que los empleados prefieren no trabajar a seguir así. Están aprendiendo a hacer una medida de fuerza, a sindicalizarse.

¿Esto significa que una pyme les paga mejor a sus empleados IT que una multinacional?

PD: La empresa chica de cinco o seis empleados paga comparativamente mejor que una grande. Nos llama la atención que los gigantes sean los más explotadores, están “macdonalizando” la actividad. Hablamos con chicos de la India (NdR: empleados indios de Tata que trabajan en la sede argentina) y en términos de poder adquisitivo, los sueldos de la India y de la Argentina son similares. En qué momento un profesional de sistemas argentino tiene el mismo nivel adquisitivo del país con los sueldos más bajos del mundo. Además, el único costo real que tienen son los salarios, pues no adquieren maquinaria, alquilan los espacios y tienen exenciones impositivas. También tienen planes de promoción, porque no le financiamos la casa a un trabajador, pero sí le financiamos la industria al empresario. Entonces, qué le deja una empresa extranjera a la Argentina. Malos salarios, se llevan toda la ganancia y ni siquiera deja impuestos. Se quejan por la competitividad y tienen empleados en Japón.

Luego de la inscripción gremial, ¿mejoraron el diálogo con las empresas?

PD: Nuestra disposición al diálogo es continua, pero las empresas se niegan. Buscamos el diálogo y que pase algo. Y que quede claro que tanto la empresa como el Sindicato están mejorando la relación con los empleados. También queremos charlar a ver qué necesitan de los empleados, qué capacitación, qué nos falta, qué no sabemos hacer como empleados que se quejan tanto. Dudo que tengamos tantos agujeros, pero seguro que hay cosas a corregir, es válido.

¿Y cómo es el contacto con las empresas de software?

PD: El trato que nos está dando la CESSI, no es una situación de respeto. Llevamos mucho tiempo ya, dos años y medio, trabajando, llamando al diálogo y no hemos sido invitados. Deberán aceptar que estos son los sindicatos que van a tener. Cuentan con una ventaja: no se van a encontrar con un sindicato extorsivo. Queremos llegar a un entendimiento, sabemos que nosotros representamos a los trabajadores y ellos al sector empresario. Ambos son necesarios para la industria, no nos vamos a matar por esto. Por lo tanto, es necesario el diálogo.

Muchos empresarios del sector se quejan por compañías que se dedican a vender porciones de software al exterior (vulgarmente, llamado “software boutique”) en lugar de crear un producto terminado, ¿cuál es la visión de UI?

PD: Eso es comparable a los programadores que tercerizan trabajo que reciben como freelance del exterior y no llegan a hacer. Algunas empresas hacen esto, son “freelance” a gran escala. No está mal arrancar así, porque desde algún lado se empieza, el tema es que pagan salarios de cuarta. Trabajar sólo volcados a los servicios informáticos al exterior te deja una industria informática muy debilitada y sin mercado interno. Lo mismo ocurre en Tierra del Fuego, donde fabricamos computadoras con piezas chinas usando una máquina que también viene de China. Es una tarea de sólo ocho operarios y no es de alta calificación. Entonces, se contrata a un programador para que sea tester, en lugar de pagar investigación y desarrollo para darle crecimiento y fortalecer a largo plazo a tu propia industria.

Otros representantes de la industria advierten que haría falta una especialización en algunos rubros del software, ¿ustedes piensan igual?

CG: La especialización es válida ante ahora que no hay nada. Tampoco se puede orientar todo a una sola especialidad porque la industria es muy cambiante y vertiginosa. Si el día de mañana cambia la especialización, hay que arrancar de cero.

 

¿Cuáles serían los sectores de esa especialización?

CG: Tres o más, pero estará basado en las necesidades de otras industrias paralelas a la informática.
PD: El estado debería saber cuáles son los sectores fuertes. Si se está apoyando el sector automotor, hay que empezar a promocionar el software de autos. Y hacer el software de gestión, la fabricación de maquinaria, etc. En cuanto a los satélites, ArSat está llegando a ser autosuficiente y no depender de la tecnología extranjera. Y es muy interesante.

¿Tienen contacto fluido con dependencias estatales?

PD: Con el Ministerio de Trabajo sí, a raíz de un pequeño juicio que les ganamos. Y ahora tenemos un contacto que no será ideal, pero es fluido y hay un respeto. También tenemos contacto con instituciones de educación, derechos humanos, etc. Nos ven como el pilar del sindicalismo informático.
CG: También hay embajadas que nos contactan. La embajada de Noruega se contactó con nosotros para conocer más sobre el modelo sindical de la argentina. Y nos contactaron como la única referencia sindical informática.

Hay empleados IT que afirman que no les hace falta un sindicato, que ellos pueden negociar solos sus salarios, ¿qué tienen para decirles?

PD: Somos un sindicato puro, honesto y trabajamos con la mayor eficiencia que podemos con los recursos que tenemos. De alguna forma abogamos por a la cuota compulsiva y si no se quieren afiliar, no se afilien. Nosotros ponemos el piso salarial. Eso le conviene a cualquier empleado, incluso a los que no quieren un sindicato. Porque si son tan buenos negociadores de sus propios salarios, ahora tienen un piso salarial más alto sobre el cual negociar.

Entre las quejas de los empleados del sector está el de hacer trabajos más “administrativos” en lugar de los relacionados con su carrera. ¿Cómo ven esta frustración?

PD: Más allá de que la pérdida de tu capacidad instructiva por hacer otras tareas, los empresarios tienen un empleado ocioso muy productivo, de una calificación muy alta. Pero también hay baja calificación de la dirigencia empresarial, que asigna puestos que son un desperdicio de talento del empleado. Notamos que los empresarios hasta tienen falta de ambición profesional.
CG: Hay como un tiempo muerto. Si la persona que estudia, llega, se recibe y no trabaja para terminarla, al momento de tener que presentarse a un trabajo, al no tener experiencia le ofrecen un puesto junior. Entonces el profesional deberá elegir algún puesto más administrativo relacionado con lo técnico. Además, necesariamente, un ingeniero no es un gran programador.

¿Cómo es la situación del empleado argentino en comparación con otros países?

PD: Las multinacionales usan en sus casas centrales al programador para programar. Acá lo usan para ser un operario, para ver el script para ver si algo pasa o hacer trabajo de tester. Uno se pregunta cómo podemos programar satélites, que a otros países les cuesta décadas llegar a esto. Y ese chico gana 3.000 pesos. Algo está mal. No digo que toda la industria esté mal. Hay un 10 por ciento que estará en los estándares que queremos para el 80 por ciento de la industria. En IBM, trabajamos con la cuarta parte de herramientas que un empleado de IBM en EE.UU., somos cuatro veces más productivos y cobramos la sexta parte del salario.

¿Qué estaríamos necesitando para que se desarrolle la industria?

Pongo un ejemplo. Conectar Igualdad es una buena idea. Pero tener una pelota no te convierte en Maradona, así como tener una computadora no te convierte en Steve Jobs. Lo que convierte a Maradona en Maradona es un club, donde aprende cómo se usa esa pelota y está contenido con muchos otros chicos. Para que la computadora no sea un objeto ocioso, hace falta un marco institucional, donde las universidades también trabajen para lograr que esas personas se eduquen en virtud de la herramienta que tienen. Sabemos que el gobierno quiere menos ensamblaje. Eso hace que cada vez haya más piezas argentinas, lo cual le da un mercado interno a las pymes. Pero los trabajadores también podemos entender y satisfacer esas necesidades. Tenemos que articular gobierno, sector empresarial, sindical y educación para que todo esto tenga un sentido.

¿También están afiliando a empleados en las plantas de Tierra del Fuego?

PD: Tenemos pocos contactos en Tierra del Fuego y estamos empezando a establecer una delegación que corresponde que exista. Tenemos gente de Ushuaia, pero más de Río Grande.
CG: Esas empresas tiene representación en buenos aires lo que nos va a permitir el desarrollo de Tierra del Fuego y llegar también a otras provincias.
PD: Pero hay que articular a la industria informática. No es algo que crece solo, como la soja. No crecerá sola porque la informática crezca sola en el mundo.

¿Cuál es la posición del Sindicato con respecto al software libre?

CG: Ese es un punto fuerte que nunca se termino de definir. El Estado hace una inversión enorme de licencias por sistemas operativos y servidores, que se podrían usar gratuitamente. El debate se abrió en 2007, pero hubo una decisión del empresariado de no migrar. En Brasil, por ley, todos los organismos del Estado usan software libre. Es una preocupación real y está relacionada con el desarrollo de las capacidades de los informáticos.
PD: Lula, al establecer esa ley, se preguntó porqué no podían hacer ellos el software. Por eso necesitamos una responsabilidad empresaria de los dirigentes argentinos. A un dirigente de una multinacional francesa se le propuso abaratar los costos al tercerizar fuera de Francia y lo rechazó porque iba a dejar a franceses sin trabajo.

Mencionaron licencias y enseguida pienso en los derechos de autor del empleado IT local, ¿se patenta el software en la Argentina?

CG: Entiendo que no y si se patenta, se hace en EE.UU. o Canadá. Hay regalías a empleados que patenta modificaciones o herramientas típicas del trabajo diario. Es tanta la burocratización de los procesos que los mismos empleados fabrican sus propias herramientas para hacer su trabajo más efectivo, algo que debería hacer la empresa. Entonces, empresa patenta a su nombre la herramienta para vendérsela a la filial de la India o de China.

La estructura de un sindicato también incluye la posibilidad de contar con una obra social y de una asociación mutual. ¿Qué planes tienen al respecto?

CG: En cuanto a recursos, con todas las trabas que hubo para conseguir la inscripción, todavía no contamos con afiliados cotizantes ni un poder económico que nos ayude a desarrollar a esas cuestiones. Si bien tenemos un potencial enorme de afiliados, sólo tenemos adherentes. Estamos hablando entre 4.500 y 5.000 al día uno de la inscripción gremial.
PD: En este caso, seguimos el modelo de Facundo (Moyano) que fundó un gremio (el de peajes) hace cinco años y ya tiene hasta un hotel en Mar del Plata. Esperamos mejorar la calidad de vida de los empleados rápidamente y que mejore su poder adquisitivo. Estamos pensando en, como todos usamos laptops, comprar la mejor en cantidad y ofrecerla a los afiliados a precio de costo. A largo plazo, esperamos lograr que los empleados del sector se puedan comprar una vivienda al costo, ya que no hay acceso al crédito y tenemos bajos sueldos. Ya encontraremos la forma.

Gracias a esta cercanía con los Moyano, ¿no piensan en hacer algún tipo de acuerdo para aprovechar la infraestructura de los sindicatos de camioneros o de empleados de subte?

Lo podemos generar, se habla todo el tiempo. Pero no es la prioridad de nuestro sindicato ahora que recién estamos afiliando a los empleados.

¿Cuáles son las metas de afiliación?

Para el año que viene tendremos fácil unos 5.000 afiliados. No hay forma de medir la cantidad de empleados informáticos, pero se cree que hay casi 80.000 en las empresas de software. Pero somos un sindicato de afinidad, así que hay que contar los que trabajan en otros sectores, como petróleo, donde no hay convenio.

La informática está presente en todas las ramas de la industria y la gente teme ante huelgas que puedan dejar sin cajeros, sin comunicaciones, etcétera. ¿Qué piensan al respecto?

CG: Es una responsabilidad que tenemos que considerar a la hora de tomar una medida de fuerza, de saber a quién impactar. No nos interesa perjudicar al ciudadano que tiene que ir a pagar la boleta de luz.
PD: El sindicalista no tiene vocación de medida de fuerza, tiene vocación de que el empleado viva bien. Queremos tener una vida razonable y no la desesperada que tenemos ahora. En otros países también hay huelgas, son iguales o peores, lo que pasa es que allá se atienden los conflictos inmediatamente.

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