Microsoft y Sony han llegado a un acuerdo en relación a la popular saga de videojuegos Call of Duty. Según lo pactado los juegos que se desarrollen bajo esta marca seguirán estando disponibles tanto para Xbox como para Sony Playstation. De esta manera Sony obtiene algo de paz mental para el futuro y Microsoft se libra de un argumento en contra de la adquisición de Activision Blizzard.
El conflicto
Fue precisamente esta operación la que ha desatado el conflicto. Sony, que por supuesto nunca ha llevado una política de títulos exclusivos, se quejó señalando que la compra afectaría sus posibilidades de competir. Y desde entonces ha estado trabajando para impedir la operación.
Microsoft había ofrecido garantías de acceso a Sony y otras empresas. Sin embargo, durante un buen tiempo no había obtenido una respuesta positiva.
Un cambio de suerte
El cambio de actitud parece darse por los fallos a favor de la adquisición que Microsoft ha obtenido en los Estados Unidos. Dos recursos en su contra han sido rechazados. La compañía ya había logrado un acuerdo en la Unión Europea y aunque todavía tiene problemas en el Reino Unido los reguladores han optado por extender el tiempo para llegar a un acuerdo.
Sony se ha dado cuenta que lo más probable es que Microsoft se quede con Activision Blizzard, por lo que ha aceptado el trato.
Brad Smith, presidente de Microsoft, ha señalado: “Aún cuando pasemos la línea de llegada de este trato, nos mantendremos enfocados en asegurar que Call of Duty sea accesible a más plataformas y consumidores que nunca”.
