Hasta ahora hemos visto prototipos de pantallas OLED flexibles en ferias como la CES, dando incluso pie a conceptos de teléfonos “envueltos” en su propia pantalla. La idea es muy prometedora, y apunta a un cambio radical en la estructura de estos dispositivos.
Todavía no podemos pensar en un “teléfono que se pueda doblar”, ya que los componentes internos, como placas, chips y la propia batería no tienen esa capacidad, pero sí en smartphones que dispongan la pantalla de una manera más cómoda en relación a las funciones táctiles, con una mejor distribución de los contenidos y, principalmente, mayor resistencia a los avatares diarios.
Entre las empresas con el potencial y los números a favor como para hacer esto realidad en el corto plazo tenemos a Samsung y LG, aunque esta última jugó todas sus fichas y anunció que para el cuarto trimestre de este año veremos al primer smartphone de su manufactura con pantalla OLED flexible.
Concretamente la noticia provino de palabras del vicepresidente de móviles, Yoon Bu-hyun, quien aseguró que su división estaba trabajando estrechamente con LG Display para llevar un teléfono a los consumidores. En paralelo, también Samsung y LG vienen anunciando desde hace un tiempo el traslado de estas tecnologías a televisores.
¿Qué podemos esperar puntualmente? Por un lado la aparición de pantallas curvadas, que otorguen un cambio en el punto de vista de lo que consumimos a través del dispositivo. Por el otro, la posibilidad de extenderla hacia los bordes del teléfono, haciendo que algunos iconos aparezcan ocupando el lugar que hoy se destina a botones físicos, como los de volumen o el de la cámara.
Puras especulaciones hasta acá. Bastará con esperar a fin de año para descubrir de qué manera aprovechará LG esta posibilidad de “doblar” la pantalla en función de la carcasa del teléfono.