Investigadores de la Universidad de Northwestern, Estados Unidos, en colaboración con un equipo de la Universidad Delft de Tecnología, de los Países Bajos, han desarrollado una consola portátil que no necesita una batería o una conexión a la red eléctrica.
El Game Boy de 8 bits es capaz de obtener su propia energía a través del poder de la luz solar y el entusiasmo del usuario.
Lo de la energía solar es fácil de adivinar, una serie de paneles solares agregados al frente del dispositivo alrededor de la pantalla y en la parte inferior hacen el truco.
Lo del entusiasmo lo decimos porque la segunda fuente de energía del dispositivo es la presión ejercida sobre los botones.
10 segundos
El dispositivo tiene sus defectos y límites. De principio la pantalla es muy reducida, quizás demasiado para una era en la que los dispositivos móviles quieren tener pantalla hasta en sus bordes.
El tamaño es el adecuado, aunque el grosor parece desentonar un poco.
Obviamente no es una consola para los días nublados, pero aún cuando hay suficiente sol solo es posible jugar durante unos 10 segundos antes de que el sistema deba interrumpirse durante 1 segundo. Luego es posible continuar desde el mismo punto en que dejamos el juego.
El ingenio tampoco puede reproducir sonidos.
Concepto y prototipo
El grupo de investigadores, conocido como Engage, quería crear un sistema que no utilizara baterías. El objetivo era evitar los problemas de degradación y márgenes de uso que a menudo imponen estas fuentes de energía.
El sistema Engage emplea condensadores de energía.
El Gameboy creado es un dispositivo interactivo, una pequeña computadora intermitente que, como se ha señalado, no pierde la información cuando se apaga. Un prototipo. En realidad la tecnología ha sido pensada para otro tipo de situaciones más hostiles en las que un artefacto más rústico pero confiable es necesario.
Una de las metas del equipo es aumentar el tiempo de uso del artefacto antes de cada interrupción.
