Albania tiene un nivel de corrupción percibida similar al de Argentina. Esto es, que si se realizan encuestas de opinión y se consulta a expertos los resultados deberían ser parejos. Pero Albania ha decidido hacer algo para mejorar la situación. La respuesta: la creación de la primera ministra basada en inteligencia artificial. Diella se encargará de las contrataciones públicas. Un aspecto clave dado que las licitaciones a menudo han sido utilizadas para el lavado de dinero. Las autoridades de Albania esperan que su presencia lleve al país a liberarse, al menos en un sector de su administración, de cualquier rastro de corrupción.
De bot de portal a ministro
El bot no es un desconocido para los ciudadanos, ha estado operando como consejero en el portal digital del gobierno desde enero de 2025. A través de este medio pueden realizarse casi todas las operaciones burocráticas del país. En el portal la ahora ministra aparece vestida con atuendos tradicionales.
Pasar de bot de portal a ministro es un ascenso poco frecuente y por lo tanto solo nos queda desearle a Diella la mayor de las suertes.
El problema de la objetividad
La idea es que la decisión del ganador en una licitación pública sea poco a poco removida de los ministerios. La inteligencia artificial hará el trabajo y con algo de suerte los procesos serán transparentes.
Por supuesto, las IA no son entes objetivos por definición. Mucho se podrá decir sobre el modo en que ha sido entrenada y como se han distribuido los incentivos para la toma de decisiones. Aún cuando el gobierno tenga las mejores intenciones y actúe con honestidad, nada impide que el bot desarrolle sus propios prejuicios.
Además de controlar y tomar decisiones en la adjudicación de las licitaciones, el bot se ocupará de contratar expertos internacionales. También supondrá la posibilidad de rastrear cualquier decisión realizada respecto al uso de fondos públicos.