El martes la Corte Suprema de Brasil determinó que las compañías detrás de las redes sociales son legalmente responsables de lo que publican sus usuarios. Esto supone que están obligadas a eliminar cualquier demostración de racismo, discurso de odio o incitación a la violencia que aparezca en las plataformas.
Acción o demanda
Las empresas no podrán ser demandadas simplemente por la aparición del material. Los usuarios que se sientan afectados deberán primero exigir la eliminación. Solo luego de que el pedido no encuentre respuestas tendrán la opción de iniciar una demanda. Por supuesto, luego será necesario demostrar que el contenido es ilegal.
Si las empresas demuestran que han actuado en tiempo y forma para remover el contenido ilegal no podrán ser demandadas.
Conflicto en puerta: Brasil y las tecnológicas
Lo dictaminado presenta algunas problemáticas. Una de ellas es que no se ha establecido puntualmente que contenido es ilegal. Esto quedará en manos de cada juez conforme lleguen los casos. Aunque puede argumentarse que en esto debe considerarse todo lo que la ley ya señala. Por otro lado existe el temor de que las plataformas prefieran cortar por lo sano y adopten una postura que favorezca mucho la censura.
El dictamen de la corte suma a la tensión que existe entre la justicia de Brasil y las grandes tecnológicas.