China se ha lanzado al desarrollo de la inteligencia artificial sabiendo que se trata de una gran oportunidad a nivel económico y un espacio de influencia cultural a nivel internacional. Pero las autoridades de dicho país sienten tanto entusiasmo como temor ante estos sistemas, porque controlar su comportamiento es difícil y hay muchas cosas que no deben decirse.
En China las IA son consideradas, de forma oficial, tan peligrosas como las epidemias y los terremotos.
El partido comunista chino teme que las IA puedan desestabilizar al país. Todo el contenido políticamente incorrecto (en el sentido literal de la palabra) debe removerse. Tan solo durante los últimos 3 meses las autoridades han eliminado 960 mil piezas de contenido
El examen
La regulación actual en China exige que los chatbots pasen un examen con 2000 preguntas diseñadas para producir expresiones subversivas o discriminatorias. Para salir bien parados los modelos deben negarse a responder en un 95% de las ocasiones. Las preguntas cambian con el tiempo, el gobierno actualiza los temas que se consideran problemáticos.
Luego de pasar el examen federal, los modelos enfrentan exámenes locales de cada una de las divisiones de la Administración del Ciberespacio. Y si algo sale mal el proyecto vinculado se cancela.
El ojo sobre el usuarios
Además de lo ya señalado, cualquier contenido producido por estos sistemas debe ser rastreable, para poder encontrar a los responsables de las expresiones inadecuadas. Los usuarios deben registrar su número de teléfono o documento nacional.
