La Casa de representantes de los Países Bajos ha presentado un reporte en el que examina el costo de los delitos producidos por los adolescentes. El informe reúne una gran cantidad de trabajos de investigación y resulta particularmente interesante al hablar del crimen informático.
Un delito más entre otros
El número de jóvenes involucrados en el delito informático es similar al de aquellos relacionados con drogas y armas. Y en todos estos casos son los crímenes menos comunes. Los más comunes son los que están vinculados al robo y otras ofensas contra la propiedad.
Una etapa de la vida
En el caso de los delitos informáticos se ha observado que las habilidades se desarrollan a edad temprana, en muchos casos a través del hackeo de los videojuegos. La actividad criminal suele llegar a su momento más alto alrededor de los 20 años. Por lo que se ha observado no existen variaciones significativas según el tipo de delito.
La buena noticia es que, al menos en el caso de los criminales informáticos, la actividad delictiva parece ser parte de una etapa de rebeldía. Según explica el reporte, solo el 4% de quienes habían utilizados sus habilidades para el crimen continuaron haciéndolo luego de los 20 años.
Motivaciones
Un estudio citado señala que que quienes continúan operando como delincuentes, lo hacen mayormente por curiosidad tecnológica y para probar sus habilidades. El dinero no es el principal motivador. Sin embargo, se advierte que el estudio es de 2016 y que las circunstancias pueden haber cambiado mucho durante estos últimos años.
Por ejemplo, en ese momento no teníamos las organizaciones de ransomware que tenemos actualmente. Ni el modelo había pasado al malware como servicio.





