Hoy en día pocas personas son capaces de vivir en un mundo sin un alto nivel de tecnología, muchos estamos absolutamente acostumbrados a un acceso constante a Internet. Lo dicho implica que las redes wifi son casi parte del sustento diario. Ahora bien, un grupo de científicos italianos ha logrado encontrarle una nueva utilidad a este sistema de conexión. La identificación de las personas a través de una serie de huellas biométricas. El mecanismo creado fue bautizado como WhoFi.
Una opción con ventajas
La idea ha estado presente desde hace tiempo dado que tiene varias ventajas. En comparación con los sistemas de identificación basados en las cámaras, los sistemas por wifi no son afectados por la iluminación y pueden superar varios obstáculos, incluso las paredes. La Wi-Fi Alliance comenzó a promover los sistemas de detección por wifi en 2020. La capacidad para localizar e identificar objetos ya era bien conocida.
Identificación y anonimato
Según sus proponentes el mecanismo preserva la privacidad de las personas. Imaginamos que esto está vinculado al hecho de que al no utilizar imágenes no muestra que están haciendo las personas, como se sienten, etcétera. De hecho el sistema no necesita revelar la identidad del objeto que rastrea. Puede establecer que la persona observada en diversas circunstancias es la misma al repetirse los datos conseguidos.
Una identificación plena necesita tener de forma previa una serie de patrones asociados a una identidad. Este esquema podría ser utilizado como mecanismo para garantizar acceso a personal calificado dentro de una instalación con restricciones.
Funcionamiento
En esencia las señales wifi se propagan como ondas que se alteran cuando chocan con objetos físicos. Estas alteraciones pueden ser capturadas por diversos canales de información y ser traducidas como datos biométricos. Los datos no se refieren solo al exterior, órganos y huesos también modifican las ondas. El resultado es una señal, una firma corporal que no puede imitar al mejor disfraz.