La Federación Italiana de Editores de Diarios ha pedido a las autoridades que se investigue el accionar de AI Overviews, la herramienta de resúmenes por inteligencia artificial de Google. La organización señala que al interrumpir el tráfico a los sitios web de las empresas periodísticas pone en riesgo su supervivencia.
En el medio
En efecto, el lector puede observar que al realizar un búsqueda en Google se ofrece una visión general creada por IA. Los textos que aparecen allí suelen ser precisos y están tomados de varios sitios. Aunque los enlaces de las fuentes aparecen, en una gran cantidad de ocasiones la información es lo suficientemente completa como para satisfacer la consulta. Por lo que resulta innecesario adentrarse en los sitios.
Google coloca publicidad en su buscador, por lo que está recibiendo un beneficio económico gracias a la búsqueda y el material tomado de terceros. De la misma manera, el tráfico que no llega a los sitios web citados como fuentes supone publicidad que no es observada y por tanto una caída en los ingresos.

Al parecer el chatbot de Google comparte la opinión crítica sobre los resúmenes de Google.
El asesino del tráfico
La FIEG también manifestó su preocupación por el modo IA que toma datos de varios sitios web y luego los presenta a través de un chatbot. Asegura que el modo en que funciona el servicio viola los principios de la ley de servicios digitales europea.
“Google se está convirtiendo en un asesino del tráfico (…) Reduce la visibilidad y las posibilidades de descubrimiento, y de esas manera los ingresos por publicidad”, apuntó la organización.
La Internet como la conocemos
Desde hace mucho tiempo Internet se ha sostenido en gran medida gracias a la publicidad. Es lo que le suministra a la gran mayoría de creadores de contenido, personas o empresas, sus ingresos. Pero ese modelo económico ahora están en riesgo. Y el resultado podría ser una web con cada vez más contenido secundario y reelaboraciones generadas por IA que originales.
Al final tendremos una red creada por bots y leída por bots. Exageramos, pero no tanto como nos gustaría pensar.