En 2023 la Unión Europea decidió que necesitaba un euro digital. Ahora las autoridades del Banco Central Europeo han declarado que la etapa de preparación para la implementación de dicha moneda ha sido exitosa. El viejo continente está listo para apurar el trabajo y tener a la moneda en circulación en 2029.
Es difícil saber que tan lentos o rápidos están siendo los funcionarios en esta implementación, un proyecto de 6 años puede parecer mucho, pero las problemáticas a resolver son muchas. Y la cantidad de naciones que tienen que estar preparadas es extensa.
Una prueba piloto estaría lista para 2027.
Nota: Fuimos demasiado optimistas en esos años.
Recuperando terreno perdido
La presidente del ECB, Christine Lagarde, señaló que el euro digital preparará a la moneda para el futuro. Argumentó que estamos llegando a una era diferente, en la que no todo el mundo aceptará billetes. Los banco centrales tienen que tener un formato digital para poder actuar de forma efectiva como custodios del bien público que es la moneda.
Un aspecto clave es que los pagos digitales en Europa están mediados en 2 de cada 3 casos por empresas no europeas. Los funcionarios esperan que con la llegada de la versión digital del euro esta dependencia se reduzca significativamente.
Reparando errores del pasado
Esta prevalencia de sistemas extranjeros es una herida auto infringida. Los bancos europeos no habían logrado ponerse de acuerdo en el modo en que ofrecerían sus servicios en toda a la zona Euro.
Un Euro digital podría poner a todos los bancos europeos a competir a lo largo del continente. Lo que puede atemorizar a más de uno. Pero en general, una vez que esté lista la infraestructura europea y los estándares, deberían abrirse las puertas para más negocios y mayores ingresos.





