Dos fenómenos están marcando fuertemente la realidad del hemisferio norte. Uno de ellos es la explosión en el desarrollo y uso de la inteligencia artificial. El otro son las olas de calor que han provocado mucha incomodidad y riesgos para la salud en la población vulnerable. Ambos hechos comparten como consecuencia un aumento notable en el consumo de energía.
Este lunes Google ha anunciado que cuando sea necesario eliminará todos los consumos no esenciales relacionados con el funcionamiento de sus IA. El objetivo es aliviar un poco la demanda de energía. Esta decisión es parte de un acuerdo con empresas de generación de energía del estado de Michigan y la región del Tennessee.
El acuerdo establece que en caso de que la demanda aumente y haya problemas en la distribución de energía por un clima extremo, las empresas mencionadas pueden solicitarle a Google que reduzca su consumo. Google deberá suspender tareas de ser necesario.
Un problema de imagen
Google presenta el plan como un método de consumo de adaptación dinámica que le permite desarrollarse aún en sitios donde existen límites a la generación de energía.
La compañía es consciente de que cualquier problema que se produzca durante la ola de calor podría agravar notablemente la mala imagen que tienen los centros de datos. El consumo de recursos, en particular en relación a los servicios de inteligencia artificial, ha sido cuestionado de forma general, por ecologistas, pero también por las poblaciones donde se encuentran las instalaciones.
Lo que menos quiere la empresa es aparecer como una acaparadora de recursos al tiempo en que acalorados ciudadanos pasan el día sin luz. La alternativa a recortar su consumo es que las empresas de distribución realicen cortes sobre sus instalaciones.