El ministerio de telecomunicaciones de India le ha pedido a las productoras de smartphones que incluyan en todos sus nuevos dispositivos un aplicación de seguridad que no puede ser borrada. Las empresas tendrán 90 días para cumplir con la nueva normativa y poner la aplicación Sanchar Saathi en los dispositivos nuevos. Adicionalmente, en todos los teléfonos que ya estén en distribución o uso deberá aplicarse la medida a través de actualizaciones de software.
El pedido fue hecho de forma privada a empresas claves. Tales como Apple, Vivo, Oppo, Xiaomi y Samsung. Estas marcas han ganado terreno en el mercado indio durante los últimos años. Apple ha resistido los pedidos para pre instalar aplicaciones -salvo las propias, por supuesto.
Justificación
La decisión es presentada como necesaria debido al aumento de los crímenes informáticos y el hackeo. Se afirma que de esta manera se podrá bloquear a los teléfonos robados para cometer fraudes. La aplicación tiene ya varios millones de suscriptores y ha permitido recuperar más de 700 mil teléfonos perdidos, con unos 50 mil en el pasado octubre. Otros 3,7 millones de dispositivos han sido bloqueados.
Las críticas
Críticos y grupos de derechos civiles ya han advertido que esta imposición va en contra de los derechos de los usuarios. Se ha remarcado que parece duplicar lo hecho en Rusia, con la imposición del gobierno de la aplicación de mensajería MAX.
Es importante notar que una aplicación puede ser un medio efectivo de seguridad, que beneficie a millones de una forma concreta y al mismo tiempo ser empleado como un instrumento de control. El sistema Sanchar Saathi le permite a los usuarios bloquear y rastrear teléfonos robados, también identificar y deshacer conexiones fraudulentas.
Pero India ya ha utilizado normativas de seguridad para sancionar y hostigar a opositores políticos y a quienes participan en manifestaciones de protesta. Instalar una herramienta que permite a la policía rastrear un teléfono hace que mucha gente se sienta incómoda.





