Nuestro consejo es asumir que cualquier texto o material publicado en un servicio en Internet puede hacerse público. Sin importar lo que diga la plataforma. En teoría las conversaciones entre los usuarios y la IA de xAI son privadas. En la práctica, una gran cantidad de estos intercambios han quedado a merced de los buscadores y de cualquiera que tenga interés en ellas.
El enlace para compartir que comparte de más
El problema está relacionado con la función compartir. Cuando se presiona dicho botón Grok genera un enlace único cuyo propósito original es darle acceso al texto a otras personas. El usuario puede enviar el enlace por distintos medios. Lamentablemente el enlace no está debidamente escondido, sino que está expuesto al monitoreo de los buscadores. En las práctica, cada conversación compartida actúa como una conversación que ha sido publicada en la plataforma Grok. Lo más grave de la situación es que los usuarios no son debidamente informados al respecto.
Un riesgo difícil de medir
Más de 370 mil conversaciones han pasado a formar parte del material indexado por los motores de búsqueda. En muchos casos los textos son absolutamente banales, o tienen interés solo para los usuarios que los produjeron. Pero en un contexto en el que se espera cierta confidencialidad también es posible encontrar charlas que deberían, por la razón que sea, permanecer privadas.
Entre los temas más delicados aparecen conversaciones vinculadas a la salud, secretos profesionales e intercambios en los que se ofrecen datos personales.
Por otro lado, hay conversaciones que incluso no cumplen con las normas de conducta de la plataforma. Algunas promueven el odio y conductas perjudiciales. Grok también tiene mucho que explicar, dado que en algunos textos aparece dando instrucciones o recomendaciones para realizar actividades ilícitas. Como por ejemplo fabricar drogas.