Todavía estamos en una etapa temprana en la historia de las IA. La verdad es que no tenemos aún una idea clara de que papel ocuparán en nuestras vidas. Hay quienes creen que su efecto será menor y otros que plantean un futuro totalmente dominado por estas entidades. Si nos guiamos por lo que ha pasado con otras tecnologías antes es posible que la realidad no llegue a ninguno de esos extremos. En medio de tanto entusiasmo las palabras de la vicepresidente de educación en OpenAI pueden ser muy valiosas.
Una herramienta más
Recientemente Leah Belsky destacó, en un podcast de la compañía, que las IA se han convertido en una competencia básica para cualquier graduado que entre al mercado laboral. La tecnología le permite a las personas alcanzar nuevos niveles de productividad. Al mismo tiempo ha señalado que es importante tener en cuenta que se trata de un herramienta. La ha comparado a las calculadores y afirmado que el verdadero valor depende del uso que se les de.
El problema de tener todas las respuestas
En particular, sobre el uso en el ámbito educativo Belsky apuntó a la necesidad de dejar de ver a las IA como un instrumento de preguntas y respuestas. En cambio, debería fomentar la creatividad y el pensamiento crítico. “La IA es al fin de cuentas una herramienta. Lo que más importa en un espacio educativo es como se usa la herramienta. Si los estudiantes usan a las IA como una máquina de respuestas no van a aprender”.
OpenAI ha intentado resolver un poco esta problemática con un modo estudio que además de elaborar respuestas diseñadas para el ámbito educativo, propone preguntas para los estudiantes. Esta opción ha sido diseñada con la colaboración de profesores y expertos en diversas materias.