Durante los últimos meses OpenAI ha intentado llevar adelante una transformación estructural muy importante. La idea era pasar a un modelo con fines de lucro. Actualmente su organización es un híbrido en el que una entidad sin fines de lucro controla a una división con fines de lucro.
Ser una empresa netamente con fines de lucro supondría un mayor atractivo para potenciales inversores. Bajo el esquema actual cualquier beneficio que exceda cierto margen es destinado a beneficios sociales. Aunque las desarrolladoras de inteligencia artificial no son tan numerosas, la industria necesita grandes cantidades de capital, por lo que la competencia es feroz. Y ganar todo lo posible es una opción preferida a ganar bastante y hacer algo bueno.
Cabe recordar que OpenAI incluso le pidió a sus inversores que no pusieran dinero en sus rivales. Práctica bastante común porque nadie quiere apostar a un solo caballo.
OpenAI rompe récords y pide que no inviertan en sus competidoras
Sin fines de lucro, como hasta ahora
Al parecer los esfuerzos de los ejecutivos no han dado buenos frutos. Este lunes su CEO, Sam Altman, ha informado a los accionistas que la compañía madre mantendrá el control mientras que la subsidiaria pasará a ser una Corporación para el Beneficio Público. El ejecutivo señaló: “OpenAI fue fundada como una sin fines de lucro y hoy es monitoreada y controlada por una sin fines de lucro. En el futuro seguirá siendo monitoreada y controlada por esas sin fines de lucro”.
Oposición y decisión
El cambio de estructura recibió la oposición de algunas partes bastantes interesadas, tales como Elon Musk, que tiene su propia empresa de IA. Musk incluso presentó una oferta de compra para retrasar la operación. Sin embargo, según Altman, el cambio de postura es producto de las conversaciones que han mantenido con líderes de organizaciones cívicas y la oficina del Fiscal General de California y Delaware.
