Hace ya un buen tiempo Estados Unidos lanzó un ultimatum a Bytedance, o vendía su participación en TikTok para dicho país o la distribución de la aplicación iba a ser prohibida. La compañía china señaló que dicha posibilidad no era aceptable y decidió movilizar a sus usuarios para que presionaran a los funcionarios. Apostó al descontento que se produciría entre millones, especialmente entre los jóvenes. En Estados Unidos hay unos 170 millones de usuarios.
A los funcionarios estadounidenses las acciones de la empresa los convencieron aún más de los riesgos que suponía su influencia. Pero Donald Trump, entonces candidato presidencial, señaló que el conseguiría un buen trato. Tras ganar las elecciones y asumir la presidencia Trump estableció un periodo de gracia para negociar con Bytedance. Los tiktokers respiraron aliviados.
La tercera es la vencida, quizás
La compañía dueña de TikTok no ha dado el brazo a torcer. El servicio se ha mantenido estable y sin problemas salvo por un brevísimo apagón a principios de año. Cabe recordar que el medio en sí nunca iba a ser prohibido. Aunque por lógica al quedar desactualizadas las aplicaciones el acceso sin dudas se perdería con el tiempo.
Han pasado más de 5 meses desde la fecha límite del ultimatum. Trump ha demostrado su gran capacidad de negociación extendiendo una vez más el plazo máximo para la venta, en esta ocasión son unos 90 días. Es la tercera extensión ofrecida a TikTok.
El algoritmo no se toca
En algún punto existió la posibilidad de que se transfiriera la mayoría del control de TikTok EEUU a una empresa local. Sin embargo, la guerra de aranceles con China terminó por enfriar el asunto. Para Trump TikTok es solo un instrumento más dentro de un proceso de negociación.
El presidente de EEUU cree que China aprobará el traspaso de la empresa. Las autoridades chinas se han mostrado un poco menos entusiasmadas al respecto. También han aclarado que el algoritmo no entraría en la negociación.
