STITCH MAS JULES

LUN, 7 / JUL / 2025

Google profundiza su apuesta por la inteligencia artificial aplicada al diseño con Stitch y Jules, dos experimentos que prometen acelerar la creación de interfaces y depuración de código. Este informe describe cómo funcionan, qué pueden aportar hoy y hacia dónde evolucionaría esta dupla.

Autor: Claudio Peña

Stitch: prototipos instantáneos

Stitch, presentado en mayo de 2025 dentro de Google Labs, toma descripciones en lenguaje natural o bocetos y genera pantallas editables en cuestión de segundos. Basado en modelos generativos como Gemini 2.5, identifica encabezados, botones, listas e imágenes, y produce diseños exportables a Figma o como código HTML y CSS.

La herramienta resulta ideal para validar ideas con rapidez en equipos pequeños, freelancers o emprendedores que carecen de recursos de diseño tradicionales. Aun así, el resultado visual suele ser básico y requiere retoques para alcanzar estándares profesionales: márgenes irregulares, estilos genéricos y carencia de una identidad de marca son fallas recurrentes.

Cuanto más concreto sea el prompt —por ejemplo, “fondo blanco, tipografía sans serif, botones redondeados”—, más satisfactorio será el prototipo. También admite subir fotos de sketches, aunque la fidelidad depende de la calidad del dibujo.

Su mayor fortaleza radica en acortar el camino entre la idea y un artefacto funcional que puede probarse en navegadores o compartirse con clientes.

Puedes probar Stitich en https://stitch.withgoogle.com/, haciendo clic en Try Now.

Jules: asistencia técnica en tiempo real

Jules complementa a Stitch como copiloto conversacional especializado en desarrollo web. Al conectarse vía chat, interpreta fragmentos de HTML, CSS o JavaScript, señala errores y propone correcciones con explicaciones claras, incluyendo recomendaciones sobre accesibilidad, etiquetas semánticas y rendimiento.

Su integración con el ecosistema Google le permite sugerir prácticas alineadas con Material Design y las Web Content Accessibility Guidelines, haciendo más accesibles los prototipos nacidos en Stitch.

Resulta útil tanto para principiantes que necesitan guías sencillas como para desarrolladores que buscan pulir detalles bajo presión.

Si se le pregunta “¿Cómo centro este formulario en mobile?”, responde con ejemplos de flexbox y justifica cada paso. Actualmente no se enlaza de forma automática a editores como VS Code o Figma; el flujo exige copiar el código, pegarlo en la conversación y luego integrar los cambios, lo que introduce pequeñas fricciones pero no invalida su aporte pedagógico.

Puedes acceder a Jules en https://jules.google/, presionando sobre Try Jules.

Sinergia, limitaciones y futuro

Usados juntos, Stitch y Jules conforman un flujo de trabajo que va del prototipo rápido a la optimización técnica, permitiendo que la misma persona genere, pruebe y refine interfaces sin recorrer foros ni guías extensas.

Sin embargo, todavía presentan barreras importantes. Stitch no mantiene coherencia visual entre sesiones, no recuerda estilos preferidos y presenta dificultades con componentes complejos como calendarios o tablas.

Jules, pese a su precisión, depende de que el usuario provea contexto y aún carece de integración directa con proyectos en tiempo real.

La comunidad de diseño valora la velocidad que aportan, pero coincide en que producen resultados “correctos, no elegantes” y que el criterio humano sigue siendo decisivo.

El próximo salto requerirá memoria de usuario, soporte para sistemas de diseño como Material 3 y conexiones más profundas con IDEs y plataformas colaborativas.

Si Google logra esa consolidación, el diseño conversacional podría convertirse en norma, transformando la relación entre creatividad humana e inteligencia artificial en un diálogo continuo que potencie la productividad.

Si copias el código generado en Stitch puedes pedirle a Jules que te indique cómo optimizarlo o mejorarlo.

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