VIE, 13 / FEB / 2009

Reflexiones acerca de San Valentín (versión no revisada)

Como todos sabemos, el Día de los Enamorados (14 de febrero según el calendario cristiano apostólico romano occidental) es ese día particular en el cual un amplio grupo de subnormales distribuidos por todo el mundo sale a las calles a manifestar su alineado y pseudofructífero amor, y a perder tiempo en enviar barbaridades a través de postales electrónicas vomitivas plagadas de animales u otros seres abominables que bailan y cantan melodías terribles (lo cual remite más a un film de terror clase Z), y por otro lado también es un momento ideal para aquellos viles comerciantes ávidos de dinero que estratégicamente desarrollan una gran batería de artimañas con el objetivo de seducir a los pobres infelices que creen estar realmente enamorados impulsándolos a financiar un sistema perverso y vicioso (que funciona desde antes del nacimiento de Buda) bajo insignias bastardas como corazones de peluche, osos de colores psicodélicos, bombones diarreicos y angelitos gordos y semidesnudos que se hacen llamar Cupido.

Como todos sabemos, el Día de los Enamorados (14 de febrero según el calendario cristiano apostólico romano occidental) es ese día particular en el cual un amplio grupo de subnormales distribuidos por todo el mundo sale a las calles a manifestar su alineado y pseudofructífero amor, y a perder tiempo en enviar barbaridades a través de postales electrónicas vomitivas plagadas de animales u otros seres abominables que bailan y cantan melodías terribles (lo cual remite más a un film de terror clase Z), y por otro lado también es un momento ideal para aquellos viles comerciantes ávidos de dinero que estratégicamente desarrollan una gran batería de artimañas con el objetivo de seducir a los pobres infelices que creen estar realmente enamorados impulsándolos a financiar un sistema perverso y vicioso (que funciona desde antes del nacimiento de Buda) bajo insignias bastardas como corazones de peluche, osos de colores psicodélicos, bombones diarreicos y angelitos gordos y semidesnudos que se hacen llamar Cupido. ¿O no?

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