Tobi Lutke el CEO de Shopify ha señalado que antes de pedir más recursos o personal, los empleados de la empresa deben probar que no podrían conseguir lo que necesitan utilizando una IA. El ejecutivo considera que hay que preguntarse primero cómo funcionaría un área si se aplicara dicha tecnología. Este planteamiento, asegura, puede llevar a divertidas discusiones y proyectos.
El mensaje apareció en un comunicado dirigido a los profesionales de la empresa que fue publicado en la red social ahora conocida como X.
Atado a la máquina
Lutke apunta que actualmente existe una expectativa fundamental de que los empleados de Shopify utilicen tecnología de inteligencia artificial en su trabajo diario. Según el ejecutivo esta herramienta ha sido un multiplicador de productividad en quienes lo han hecho. “He visto a mucha gente encarar tareas muy difíciles, algunas que no habrían elegido antes, pero con un uso reflexivo y brillante de las IA consiguieron obtener 100 veces el trabajo hecho”. -El empresario utiliza el término 100x que está asociado a menudo a la productividad de los programadores.
Shopify ha puesto al uso de las IA como un parámetro para la evaluación de sus empleados.
Ambiciones y realidades
Es difícil saber si Shopify en efecto ha conseguido mejorar la producción de sus empleados en la proporción que apunta. En general, este mensaje parece más dirigido a posibles clientes que a empleados. Los vaticinios de un incremento considerable de la productividad a corto plazo son comunes entre los ejecutivos, pero muy poco frecuentes entre los técnicos, como los programadores, y los empleados en general.
No es que la IA no pueda llegar a ser un factor de automatización que aumente considerablemente la producción. Pero lo será con el tiempo, no de forma mágica. Lo que resulta algo cuestionable es la idea de que es necesario es pensar el uso de la herramienta como un requisito antes de como un beneficio para el empleado.