No es la noticia más llamativa para el ámbito tecnológico, pero a largo plazo puede ser uno de los más grandes cambios para muchas empresas abocadas al ámbito de las finanzas.
Unos 16 bancos europeos han anunciado la creación de un sistema de pagos para 2022 como parte de un esfuerzo para digitalizar la región. En el viejo continente la mitad de las transacciones vinculadas a los servicios de reparto todavía se realizan con efectivo.
Esta movida también tiene una carga estratégica.
Supondría una alternativa a las opciones tradicionales, Visa y Mastercard, que son de origen estadounidense, y los nuevos actores del mercado apoyados por las grandes empresas tecnológicas, como es el caso de Google y AliPay.
La idea no es nueva, pero la última vez que se planteo de una forma concreta fue en 2017.
Riesgos
EL Banco Central Europeo ha señalado que el objetivo es competir y fortalecer la región. También ha apuntado que la dependencia de agentes no europeos para dos tercios de los pagos que no se realizan en efectivo crea un riesgo para el mercado europeo y el euro.
Objetivos
El sistema de pagos europeo cubriría las transacciones en los locales, las online, los retiros de efectivo y los movimientos entre usuarios, además de las actuales soluciones de pagos internacionales.
Idealmente será una solución que superará otras opciones más particulares.
Consecuencias
En el futuro la Unión Europea será capaz de exigir a las empresas que operen en el continente que incluyan su solución de pagos en sus herramienta de finanzas. Cabe señalar que proyectos diversos, tales como Libra de Google o la tarjeta de crédito de Apple, cuentan con un socio que provee las solución para el sistema de pagos.
