El precio del bitcoin superó los USD 14000 durante el sábado, una marca que no había alcanzado desde enero de 2018.
No es la primera vez que la criptomoneda alcanza grandes alturas, los ciclos de subida son prácticamente un fenómeno anual. El problema es que luego de tocar el punto máximo en cada oportunidad se ha producido una caída importante.
El bitcoin se ha convertido de esta manera en una montaña rusa.
Las variaciones son muy importantes. Uno de sus últimos picos fue de USD 13.800 a mitad de 2019, para Energo de 2020 había caído a unos USD 4000.
Si se considera toda su historia el bitcoin tiene una tendencia a la alza, como inversión a largo plazo puede ser una sabia decisión. Pero exige cierto nivel de confianza y paciencia y no está claro cuáles son sus verdaderos límites y lugar dentro del sistema financiero internacional.
A favor
Muchas empresas han comenzado a permitir el bitcoin como sistema de pago, también hay organizaciones gubernamentales que han incluido esta alternativa para las donaciones.
La gran noticia este año ha sido la integración de las criptomonedas al servicio PayPal. Por su parte, Square, decidió invertir el 1% de su patrimonio en bitcoins.
En contra
El problema para muchas criptomonedas es que no son monedas oficiales aceptadas y controladas por los estados. Esto hace que para muchos países sean inconvenientes. Hace poco el Banco Central Europeo señaló que estaba planeando la creación de un Euro digital para asegurar la soberanía financiera del continente. China tiene un proyecto similar.
Si se considera el freno que le han puesto a Libra está claro que las criptomonedas pueden sobrevivir mientras no causen demasiadas olas.
Un aspecto que no ayuda al prestigio del bitcoin es que sea la moneda favorita de los criminales informáticos.