China siempre ha mantenido un gran nivel de control sobre los contenidos de Internet, pero durante los últimos años parece haber alcanzado nuevos niveles de intensidad y rigor.
La Administración del Ciberespacio ha publicado una serie de reglas que establecen como las compañías de Internet deben manejar el contenido.
Para cumplir con varias de estas estipulaciones las empresas deberán cambiar el funcionamiento de sus algoritmos.
Nuevas y no tan nuevas Reglas
Entre las recomendaciones realizadas se encuentran la exclusión del material malo y la promoción de las ideas positivas.
Un poco más específicas son las indicaciones que prohíben publicar contenido que ponga en peligro la seguridad nacional, filtre secretos de estado, cuestione el poder del estado o erosione la unidad nacional.
Otras indicaciones realizadas apuntan a un manejo más firme de las cuentas y sistemas de ingreso, así como más estrictos sistemas de moderación y evitar los rumores.
Las nuevas reglas serán efectivas a partir del primero de marzo, aunque muchas de ellas no son precisamente una novedad.
Un ejemplo de unidad nacional
Las restricciones impuestas por el gobierno chino pueden parecer demasiado generales, pero son planteadas de esa manera para que puedan ser presentadas en una gran cantidad de casos.
La presión del gobierno chino para evitar las expresiones de apoyo a las protestas en Hong Kong, o incluso impedir la difusión de aplicaciones empleadas por manifestantes son ejemplos del uso del argumento en favor de la protección de la unidad nacional.
