China no suele dudar a la hora de utilizar tecnología para tareas de vigilancia. Aunque en muchos casos esto supone acciones de una ética cuestionable también existen, en teoría, buenos ejemplos.
En este caso la policía utilizó un dron para capturar en video el momento en el que se realizó una transacción por drogas ilegales en una fabrica de ladrillos abandonada en la ciudad de Guilin.
Las acciones de los criminales fueron transmitidas en vivo a la estación de policía cercana. Posteriormente fueron difundidas por la cadena televisiva CCTV.
Reacciones
Los usuarios en las redes sociales mostraron reacciones diversas a los sucedido. Varios saludaron el uso de la tecnología como algo positivo.
Como suele ocurrir en Internet los extremos fueron intensos, algunos usuarios señalaron que los drones deberían portar armas para ayudar a controlar el crimen y otros hasta apuntaron que deberían utilizarse para ejecutar a los narcotraficantes en el acto.
Sin embargo varios usuarios expresaron preocupación señalando que no existe ya lugar donde esconderse.
Como comentario aparte es importante recordar que en algunos países, como es el caso de Rusia, a menudo se fabrican cargos de narcotráfico para detener líderes opositores.
Antecedentes
El problema con los sistemas de vigilancia es que pueden ser utilizados para combatir el crimen pero también para controlar a la población en general.
Durante la pandemia los drones fueron utilizados para controlar el uso de máscaras en China, señalando a los que no cumplían con este requisito con la intención de humillarlos en público. Algo similar ha ocurrido en España y otros países europeos.
La emergencia sanitaria puede ser un caso excepcional que justifique a los ojos de muchos las acciones del estado, pero nada garantiza que el estado entenderá los límites para el uso de esta tecnología sin una legislación que se lo señale.
