Este año no pasará a la historia como uno de los más queridos y productivos. Será muy recordado y si tenemos suerte durante un buen tiempo no habrá uno igual.
Pero aún en medio de la pandemia el mundo ha seguido su curso y se han realizado grandes avances científicos y tecnológicos. Nosotros queríamos compartir con nuestros lectores, como cierre de la semana, información sobre la creación del producto más importante hasta el momento.
Se trata del helado interactivo musical. Una producción de la Monash University, la RMIT University y Exertion Games Labs.
Consumo interactivo
Los creadores de WeScream creen que comer helado es divertido, así como también lo es compartir tiempo con otras personas. Interactive Eating es el concepto que busca combinar ambas experiencias.
WeScream funciona con dos conos de helado inalámbricos con sensores sobre los que se apoya un cono tradicional de barquillo.
No, ni el cono ni el sensor son comestibles.
Los conos usados como base detectan cuando el usuario toma un bocado y producen sonidos musicales.
Los dispositivos están coordinados y componen temas en conjunto, aunque en un esquema muy básico de frase y respuesta.
Impacto
Según los desarrolladores los conos musicales permiten un mayor enfoque en la relación de los comensales por la necesidad de coordinar sus acciones en la composición de la melodía.
Desconocemos si componentes alucinógenos en el helado harían que los consumidores vieran notas musicales.
Sí, el helado musical puede ser una de las mejores cosas que nos ha pasado en estos últimos meses… Tampoco tiene tanta competencia.
¿Tiene alguna utilidad?
No que podamos imaginar.
¿Lo usaríamos?
Quizás una vez como curiosidad.
