Desde hace años existe una relación tensa entre las grandes empresas tecnológicas de Internet, en su mayoría con sede en Estados Unidos, y los entes reguladores europeos.
Negociaciones, demandas y multas han sido noticias recurrentes. Pero en esta ocasión la Comisión Europea parece estar dispuesta a dar un paso importante para obtener un poco más de control sobre la actividad de ciertas plataformas.
Una nueva ley de servicios digitales actualizaría la actual normativa, que fue establecida en el año 2000.
Era hora.
Objetivos
El principal objetivo es el comercio electrónico.
Europa quiere prevenir las defiencias competitivas del mercado antes de que estas se produzcan, para prevenir las prácticas monopólicas. O dicho de otro modo la supremacía de Facebook, Google, Amazon y otras empresas del otro lado del Atlántico.
Los países del continente que cuenten con un régimen fiscal que favorezca la radicación de estas empresas deberán asumir la responsabilidad de controlar a las plataformas para proteger a los ciudadanos europeos. Esto se traduce a Irlanda, y algún otro estado en una situación similar, teniendo que hacerse cargo de las multinacionales en su territorio operando para Europa.
Lista de prácticas desleales
La Comisión Europea quiere establecer una lista con todas aquellas malas prácticas a evitar y una serie de medidas a implementar para combatirlas.
La nueva ley no va a poner límites a las actividades, sino más bien establecer reglas de juego que estarán regidas por un principio de proporcionalidad. Por lo dicho es de esperar que las exigencias para las grande compañías sean mayores que para las pequeñas empresas.
Esto supondría una opción más amable para muchos de los gigantes digitales, dado que la alternativa que varios organismo impulsan es la división de esas empresas.
