MIE, 7 / ABR / 2010

Exclusivo: analizamos la netbook del Gobierno

Antes de nada, y como “analizador oficial” de las Classmate, debo decir que al fin Intel ha escuchado las quejas que desde estas páginas efectuamos a su familia de netbooks. La tercera generación ha dejado de parecer un frágil juguete y abona esa impresión ya desde su carcasa: robusta y con un look and feel más serio. Al abrir por primera vez el equipo veremos la pantalla de 10,1 pulgadas habitual de una netbook estándar, que en otros equipos da lugar a un teclado más espacioso. No fue este el caso, lamentablemente: las teclas son pequeñas, como las provistas por las ultraportátiles de 9 pulgadas. Por su parte, el touchpad es bastante amplio y cómodo, posee protección contra derrame de líquidos, es multitouch y hasta posee una región para el scroll. Pero los botones, ubicados debajo, requieren una fuerte presión –hay que hundir el dedo en ellos– para funcionar. Hardware El “tridente” procesador, memoria y disco es similar al de una netbook estándar: Atom N450 (la última versión del micro de Intel, que ofrece un manejo más eficiente de la energía) de 1,66 GHz, 1 GB de RAM a 667 MHz y 160 de disco duro SATA (existe un modelo con 8GB de unidad de estado sólido). No obstante, lo más interesante del equipo es que ofrece varias formas de conectividad: la clásica Ethernet 10/100, la última versión de Wi-Fi (802.11n) y un módulo 3.75G integrado. Este último se ubica en el interior del equipo y se accede a él al quitar la batería: con sólo insertarle un chip de telefonía celular (tarjeta SIM) se podrá usar la banda ancha móvil. La batería de seis celdas podría incluirse como otra de las sorpresas de este equipo. Nos ofreció 4 horas 13 minutos de autonomía utilizándolo con Internet (en todas sus formas) y casi llega a las siete en “stand by”. El resto de los componentes es bastante estándar: pantalla de 10,1 pulgadas con resolución de 1024 x 600, tres puertos USB, conector VGA, puerto de seguridad Kensington, y conectores de auriculares y micrófono. Podríamos sí destacar la correcta ubicación de las luces indicadoras de carga, disco duro, bloqueo de mayúsculas, etcétera. Están situadas –junto al botón de encendido– en la zona superior del teclado, son fácilmente legibles mientras estamos trabajando, y quedan al exterior al cerrar el equipo. Por lo tanto, podremos saber si resta batería o dejamos encendido el equipo, y apagarlo, sin necesidad de abrir la netbook. Software Lo que diferencia a las Classmate de otras netbooks es su orientación educativa y, por ende, el software didáctico que incluye. Esta vez no fue la excepción. La netbook incorpora las aplicaciones Matemáticas de Microsoft, el software de geometría y álgebra GeoGebra, y el editor de esquemas moleculares Avogadro, entre otras. Pero, sin dudas, la que más se destaca es E-Learning Class, una completa suite educativa que permite realizar lecciones a distancia (incluso, con sesiones “presenciales” gracias a la webcam) y monitorear el desempeño del alumno, entre otras funciones. Para la hora del recreo, se puede jugar al Teg-Net, un título de estrategia que se puede correr en red (versión digital del juego “TEG” o “Risk”), dibujar con el editor gráfico libre GIMP o divertise con Phun, aplicando las leyes de la física a un personaje animado. También se incluye un software de seguridad que permite inutilizar la netbook a distancia, en caso de robo o extravío, a través de Internet. A fin de cuentas… La Classmate de tercera generación es un equipo ideal para estudiantes, ya que combina un hardware estándar, una sólida carcasa ideal para el uso a condiciones extremas, múltiples formas de conexión (aún para alumnos alejados de las grandes urbes y, por lo tanto, de banda ancha), un gran rendimiento energético (en comparación con netbooks del mismo rango de precio) y software educativo muy variado. No obstante, debemos señalar que la interfaz de entrada no es del todo cómoda (especialmente, el teclado) y que su peso es excesivo. Además, el precio se acerca a otras netbooks que incluyen mayor cantidad de memoria y espacio en disco duro. Por Alejandro D’Agostino (Review a publicarse en USERS #229). CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS: EXOMATE 352 (VERSIÓN ARGENTINA INTEL CLASSMATE 3) Procesador Intel Atom N450 1,66 GHz Memoria 1GB 667 MHz Pantalla 10,1” 1024 x 600 Disco duro 160 GB SATA Sistema operativo Windows XP Home Edition / Linux Rxart Conectividad Wi-Fi 802.11n – Bluetooth – Ethernet 10/100 – 3.75G Puertos 3 USB – VGA – Kensington – Auriculares – Micrófono Batería 6 celdas – Autonomía de 5 horas Lector de memorias 4 en 1 (SD, MMC, MS y MS Pro) Otros Cámara de 1,3 MP, parlantes y micrófono integrados. Dimensiones 26 x 20 x 3,5 cm Peso 1,5 Kg Precio US$ 560 87 % + Modem 3G integrado + Software educativo incluido + Duración de la batería – Peso y precio elevados

Antes de nada, y como “analizador oficial” de las Classmate, debo decir que al fin Intel ha escuchado las quejas que desde estas páginas efectuamos a su familia de netbooks. La tercera generación ha dejado de parecer un frágil juguete y abona esa impresión ya desde su carcasa: robusta y con un look and feel más serio.

Al abrir por primera vez el equipo veremos la pantalla de 10,1 pulgadas habitual de una netbook estándar, que en otros equipos da lugar a un teclado más espacioso. No fue este el caso, lamentablemente: las teclas son pequeñas, como las provistas por las ultraportátiles de 9 pulgadas. Por su parte, el touchpad es bastante amplio y cómodo, posee protección contra derrame de líquidos, es multitouch y hasta posee una región para el scroll. Pero los botones, ubicados debajo, requieren una fuerte presión –hay que hundir el dedo en ellos– para funcionar.

Hardware

El “tridente” procesador, memoria y disco es similar al de una netbook estándar: Atom N450 (la última versión del micro de Intel, que ofrece un manejo más eficiente de la energía) de 1,66 GHz, 1 GB de RAM a 667 MHz y 160 de disco duro SATA (existe un modelo con 8GB de unidad de estado sólido).

No obstante, lo más interesante del equipo es que ofrece varias formas de conectividad: la clásica Ethernet 10/100, la última versión de Wi-Fi (802.11n) y un módulo 3.75G integrado. Este último se ubica en el interior del equipo y se accede a él al quitar la batería: con sólo insertarle un chip de telefonía celular (tarjeta SIM) se podrá usar la banda ancha móvil.

La batería de seis celdas podría incluirse como otra de las sorpresas de este equipo. Nos ofreció 4 horas 13 minutos de autonomía utilizándolo con Internet (en todas sus formas) y casi llega a las siete en “stand by”.

El resto de los componentes es bastante estándar: pantalla de 10,1 pulgadas con resolución de 1024 x 600, tres puertos USB, conector VGA, puerto de seguridad Kensington, y conectores de auriculares y micrófono.

Podríamos sí destacar la correcta ubicación de las luces indicadoras de carga, disco duro, bloqueo de mayúsculas, etcétera. Están situadas –junto al botón de encendido– en la zona superior del teclado, son fácilmente legibles mientras estamos trabajando, y quedan al exterior al cerrar el equipo. Por lo tanto, podremos saber si resta batería o dejamos encendido el equipo, y apagarlo, sin necesidad de abrir la netbook.

Software

Lo que diferencia a las Classmate de otras netbooks es su orientación educativa y, por ende, el software didáctico que incluye. Esta vez no fue la excepción. La netbook incorpora las aplicaciones Matemáticas de Microsoft, el software de geometría y álgebra GeoGebra, y el editor de esquemas moleculares Avogadro, entre otras.

Pero, sin dudas, la que más se destaca es E-Learning Class, una completa suite educativa que permite realizar lecciones a distancia (incluso, con sesiones “presenciales” gracias a la webcam) y monitorear el desempeño del alumno, entre otras funciones.

Para la hora del recreo, se puede jugar al Teg-Net, un título de estrategia que se puede correr en red (versión digital del juego “TEG” o “Risk”), dibujar con el editor gráfico libre GIMP o divertise con Phun, aplicando las leyes de la física a un personaje animado. También se incluye un software de seguridad que permite inutilizar la netbook a distancia, en caso de robo o extravío, a través de Internet.

A fin de cuentas…

La Classmate de tercera generación es un equipo ideal para estudiantes, ya que combina un hardware estándar, una sólida carcasa ideal para el uso a condiciones extremas, múltiples formas de conexión (aún para alumnos alejados de las grandes urbes y, por lo tanto, de banda ancha), un gran rendimiento energético (en comparación con netbooks del mismo rango de precio) y software educativo muy variado.

No obstante, debemos señalar que la interfaz de entrada no es del todo cómoda (especialmente, el teclado) y que su peso es excesivo. Además, el precio se acerca a otras netbooks que incluyen mayor cantidad de memoria y espacio en disco duro.

Por Alejandro D’Agostino (Review a publicarse en USERS #229).

CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS: EXOMATE 352
(VERSIÓN ARGENTINA INTEL CLASSMATE 3)
Procesador Intel Atom N450 1,66 GHz
Memoria 1GB 667 MHz
Pantalla 10,1” 1024 x 600
Disco duro 160 GB SATA
Sistema operativo Windows XP Home Edition / Linux Rxart
Conectividad Wi-Fi 802.11n – Bluetooth – Ethernet 10/100 – 3.75G
Puertos 3 USB – VGA – Kensington – Auriculares – Micrófono
Batería 6 celdas – Autonomía de 5 horas
Lector de memorias 4 en 1 (SD, MMC, MS y MS Pro)
Otros Cámara de 1,3 MP, parlantes y micrófono integrados.
Dimensiones 26 x 20 x 3,5 cm
Peso 1,5 Kg
Precio US$ 560


87 %
+ Modem 3G integrado
+ Software educativo incluido
+ Duración de la batería
– Peso y precio elevados
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