LUN, 19 / OCT / 2020

Un sistema de identificación facial rastreaba menores en Buenos Aires

El problema surgió por defectos en una base de datos nacional y una implementación descuidada por parte de las autoridades de la ciudad. Los menores no debían ser objetos del sistema de vigilancia.

La organización Human Rights Watch advirtió a principios de Octubre sobre el uso de una base de datos para el reconocimiento facial de menores en la ciudad de Buenos Aires.

Aunque esta no era la intención original una falla en el manejo del registro nacional y el apuro de la ciudad resultó en esta aplicación.

También se apuntó a varios problemas adicionales en la información recolectada.

La base de datos CONARC (Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas) fue creada en 2009 con los datos de miles de personas sospechosas de actos criminales. Aunque las autoridades han negado que aparezcan menores en ella se han detectados más de 166 registros que cumplen con este criterio.

Primeros cuestionamientos

La base de datos tenía grandes problemas. Primero el archivo que la contenía era una planilla en formato de texto sin protección por contraseña. Podía ser encontrada a través de una búsqueda en Google y descargada sin problema alguno.

Muchos de los crímenes están bien señalizados, pero algunos no son realmente importantes y otros no tienen especificaciones.

Aún más serio, extraño o hasta bizarro, es el hecho de que algunos de los registrados son extremadamente jóvenes, con casos extremos de niños nacidos en 2016.

Vigilando niños

El problema resultó ser aún más grave cuando se descubrió que la CONARC era empleada como base de datos del Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos (SRFP) implementado por la ciudad, que cuenta con más de 300 cámaras.

Es importante recordar que la tecnología de reconocimiento facial se considera una herramienta útil, pero se la emplea en espacios limitados debido a la gran cantidad de errores que produce.

Según Human Rights Watch el sistema, intencionalmente o no, es el primero en el mundo en ser utilizado para darle caza a niños sospechosos de actividad criminal.

Los errores de siempre

Las pruebas del sistema de reconocimiento comenzaron a finales de Abril de 2019. Para realizar las identificaciones el sistema utilizaba imágenes del registro nacional, que adquiría por enlaces establecidos en la CONARC.

Estas imágenes servían para comparar los registros obtenidos por las cámaras en las estaciones de los subtes. Cuando se producía una identificación se alertaba a la policía para realizar el arresto.

Como suele ocurrir, se produjeron varios falsos positivos. Algunos detenidos fueron liberados luego de días en prisión y otros advertidos de que el sistema seguiría identificándolos como otra persona.

En este momento la base de datos parece haber sido movida, o al menos nosotros no hemos podido encontrarla desde los enlaces oficiales o búsqueda en Internet.

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