JUE, 5 / NOV / 2020

Aumenta la trampa académica durante la pandemia

Universidades australianas han advertido un incremento en los casos de plagio y trampa por contrato. El problema es especialmente difícil de detectar en las tareas que involucran código informático.

La trampa por contrato es un término utilizado para designar a los casos en los que los estudiantes universitarios le pagan a otra persona para realizar las tareas que les han sido asignadas.

Las universidades australianas han visto un notorio incremento de los casos como consecuencia de que los estudiantes pasan una mayor cantidad de tiempo conectados a Internet.

Para evitar esta práctica se han empleado varias herramientas, incluyendo sistemas de vigilancia para los exámenes online.

Código y copias

El control es especialmente difícil de aplicar en el caso de los trabajos que implican la creación de código informático. Dado que el medio exige el uso de ciertas formulas las repeticiones son lógicas y no es posible distinguir con facilidad cuando se trata de una copia o plagio.

Por dicha razón la trampa por contrato está muy extendida en este espacio académico.

Herramientas y bloqueos

Una de las opciones que se utilizan para distinguir los trabajos deshonestos es Investigator Dashboard, una herramienta desarrollada por Turnitin, una compañía para la detección del plagio por Internet.

En 2019 Australia aprobó una ley que prohibió los servicios de trampa académica por contrato. Lo que ha permitido a las autoridades que regulan la calidad académica de las instituciones terciarias la capacidad para solicitar a los proveedores de Internet el bloqueo de estos servicios.

Fronteras difusas

Algunas organizaciones ofrecen servicios de asistencia legítimos, ayudando a los estudiantes son tareas de edición y revisiones. Pero otras que parecen ofrecer lo mismo cruzan la línea y realizan el trabajo de los estudiantes.

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