Swatting es el término con el que se conoce a la acción de realizar una falsa denuncia, generalmente involucrando el ataque a una casa y la toma de rehenes, para provocar la intervención policial en el hogar de una persona inocente.
El nombre es un derivado de las siglas que designan a las unidades de armas y tácticas especiales (SWAT) en Estados Unidos.
Este tipo de engaño es muy conocido en el mundo de los videojuegos, en particular en la era del streaming. Algunas de las intervenciones policiales han salido en vivo y en directo y sido presenciadas por cientos o miles de personas.
En el mejor de los casos, el swatting puede provocar un muy mal momento para las víctimas, y en otros terminar con consecuencias más graves.
Hasta ahora este tipo de crimen había quedado casi siempre impune. Sin embargo, las autoridades parecen estar prestando mucha más atención a esta problemática.
Recientemente un jóven estadounidense, Tyler Barriss, fue sentenciado a 20 años de prisión por realizar varias llamadas con alertas falsas. En una de ellas, un hombre inocente, Andrew Finch, resultó muerto luego de que los oficiales le dispararan por error.
La responsabilidad de las fuerzas policiales al responder a llamadas anónimas es un tema a discutir. Pero lo que parece haber quedado claro es que Barris es un responsable directo de lo ocurrido.
Barris admitió haber realizado la llamada fatal a las fuerzas especiales luego de haberse involucrado en una disputa relacionada con una partida de Call of Duty. El 28 de Diciembre le dijo a la policía que le había disparado a su padre y tenía al resto de su familia como rehenes. La dirección que suministró no fue la suya, sino la de una casa a miles de kilómetros de distancia. La policía llegó a la dirección y le disparó a Finch luego de que este moviera su mano hacia la cintura.
Las autoridades a cargo del caso esperan que sirva como ejemplo de las consecuencias que este tipo de conducta pueden suponer, y de esa forma desalentar estos engaños.
