El centro de investigación y análisis Jack Kemp Foundation ha examinado el modo en el que la demanda de energía por parte de las IA podría afectar a los ciudadanos en Estados Unidos. Sobre el impacto de la industria en la demanda hay ya varios estudios. Muchos de ellos han aventurado problemas de aprovisionamiento tanto para los desarrolladores como para la población en general. Este trabajo se destaca por evaluar de forma concreta el posible aumento en el costo de la energía.
Según los cálculos de la fundación la electricidad podría aumentar un 70%.
La culpa es de los centros de datos
Los centros de datos han aumentado notablemente la demanda de energía y muchas más de estas instalaciones están siendo construidas. De no realizarse las obras necesarias para compensar lo que está ocurriendo los reguladores se verán forzados a permitir aumentos en los precios y tendrán que enfrentar cortes de servicio habituales en todo el país. Aunque, por supuesto, habrá zonas más afectadas que otras.
En particular se apunta a la región norte del estado de Virginia, dado que allí la población de centros de datos es notable. Un total de 24 instalaciones habrán comenzado a operar tan solo en 2024.
El gran salto
En el reporte la fundación advierte que por más de dos décadas el consumo de energía de Estados Unidos no se ha movido. Pero ahora la realidad ha cambiado y los proveedores enfrentan una situación para la que no están preparados. Evaluaciones previas han establecido que la oferta de energía debería subir un 26% para 2028 para poder estar a la altura de la demanda.
Y no se trata solo de construir nuevas instalaciones de generación, también es necesario mejorar la infraestructura de distribución.
Hay quienes sostienen que cualquier aumento en los costos debería ser cargado sobre las empresas de los centros de datos. Otros apuntan que las instalaciones crean pocos puestos de trabajo y tienen escaso beneficio económico a nivel local.
El consumo de energía es un problema, aun cuando los servicios de inteligencia artificial puedan ser de gran beneficio económico en el futuro. Solo queda definir quien pagará por el esfuerzo.