Científicos de la Universidad de Loughborough han creado el violín más pequeño del mundo. Se trata de un grabado de unos 35 micrones de alto por unos 13 micrones de ancho. Un micrón es una millonésima parte de un metro. En comparación, el cabello humano tiene de 17 a 180 micrones de diámetro.
Para su creación han utilizado una nueva técnica con nanotecnología. Lamentablemente el violín no es funcional, es apenas un grabado. De todos modos no estamos seguros de que un violín a esa escala pudiera producir música y si lo podríamos escuchar.
Producción
Un pequeño chip fue cubierto con dos capas de un material en gel. Luego se lo ubico bajo un NanoFrazor, un instrumento de escultura microscópica que funciona mediante barridos térmicos. Una aguja a calor extremo realizó con precisión los patrones programados. Una vez que el diseño fue trazado, se disolvieron las capas para revelar el trazado realizado. Sobre ese trazado se deposito una capa de platino.
Todo el proceso tomó unas 3 horas. El violín es apenas una marca en el chip. Solo puede verse utilizando un microscopio.
Utilidad
Construir un violín tan pequeño puede parecer como una tarea sin mucha utilidad. Sin embargo el trabajo ha supuesto un proceso de aprendizaje muy provechoso para los profesionales y el descubrimiento de nuevas posibilidades técnicas.
Los investigadores quieren entender como responden diversos materiales con la luz, el magnetismo y la electricidad. Una vez que se adquiera un conocimiento firme sobre estas interacciones será posible desarrollar nuevas tecnologías. De una forma más puntual, los investigadores creen que lo descubierto con el violín podría utilizarse para producir computadoras más eficientes y explorar nuevas formas de generación de energía.
