A principios de marzo el primer ministro de Rumania reveló que una inteligencia artificial se uniría al equipo de gobierno. Ion, ocuparía un puesto honorario como consejera.
Una de las características más interesantes de Ion es que su interfaz física presenta una superficie similar a la de un espejo. Sobre ella aparece en ocasiones un rostro masculino o uno femenino respondiendo con voz calma. En otras ocasiones aparecen mensajes en formato de texto.

-¿Espejito, espejito, quien es el primer ministro más bonito?
En busca de la opinión pública
El objetivo de esta IA es analizar las opiniones de los ciudadanos rumanos sobre una variedad de temas claves. Para tal fin indagará en las conversaciones que se dan en las redes sociales. Además, las personas tendrán la posibilidad de conversar con Ion a través de su sitio web.
Los desarrolladores no esperan que el primer ministro tome sus decisiones basado en lo que la IA le dice, pero creen Ion puede ayudarle a entender lo que pasa con la opinión pública en tiempo real.
PM @NicolaeCiuca: As of today, the Government of 🇷🇴 Romania has the first government adviser running on AI, a good example of emerging technologies in public service.
Congratulations to the 🇷🇴 researchers on this project that brings us closer to citizens! pic.twitter.com/yP5b5pOs5i— GuvernulRomâniei (@GuvernulRo) March 1, 2023
El problema del input
Como suele ocurrir con los modelos de inteligencia artificial, el gran tema a considerar es el ingreso de información. Aún cuando el modelo esté bien pensado solo es tan efectivo como la base de datos o fuente de información con la que esté trabajando.
Para el caso de Ion la preocupación de muchos es que se equipara la opinión pública a las redes sociales. Pero existen personas que no acceden o no acostumbran utilizar estos medios. Otros sectores son especialmente ruidosos a pesar de no ser socialmente importantes.
Ion podría útil para evaluar algunas reacciones ante ciertas políticas, pero sería mucho menos recomendable como instrumento para tomar decisiones. En general, no es buena idea tomar consejo de un espejo.