Google ha recibido una muy buena noticia. Amit Mehta, un juez de distrito en Estados Unidos, ha determinado que la compañía no tendrá que vender el navegador Chrome. Una decisión similar se ha aplicado sobre el sistema operativo Android, aunque este parecía correr un riesgo mucho menor.
Hace unos 5 años la compañía fue acusada de llevar adelante prácticas contra la competencia aprovechando su posición de dominio en el mercado de las búsquedas y la venta de publicidad online. En 2024 Metha señaló que en efecto Google mantenía un monopolio ilegal. La empresa tenía la posibilidad de rectificar su accionar y ofrecer medidas paliativas. De otro modo la justicia cortaría por lo sano. Google hizo poco y nada por cambiar la situación.
Compensaciones en datos
Las consecuencias han llegado. Google puede conservar sus productos, pero deberá compartir los datos que obtenga de ellos con la competencia. Esto es importante porque los tratos que tiene con otras empresas le han asegurado que su buscador aparezca como la opción por defecto en muchos dispositivos. En base a los datos recolectados por el uso consigue producir un mejor servicio.
No es un secreto que se realizan grandes pagos para mantener la posición de privilegio. Tras la decisión del juez las acciones de Google subieron por encima del 7% y las de Apple un 3%.
El factor IA
Muchos esperaban un golpe mayor para la compañía, pero el juez consideró la emergencia de los sistemas de artificial como un cambio de escenario importante. En efecto, muchos servicios de este tipo aparecen como una seria amenaza para el dominio de Google. La cantidad de dinero que está llegando a este espacio y la velocidad con la que lo hace es increíble -señaló el juez. Las compañías de IA están en una mejor posición para competir con Google que cualquier otra desarrolladora de buscadores unas décadas atrás.
A pesar del gran resultado, Google no puede confiarse. Ahora las desarrolladoras de IA deberán obtener los datos que tan celosamente guardaba para si misma.
