Las principales fabricantes de vehículos eléctricos de China han alertado sobre un exceso de competencia en el mercado que ha llevado a una fuerte guerra de precios.
Los funcionarios que regulan la actividad también han advertido que es necesario realizar fuertes correcciones. Pero le han pedido a las empresas que sean ellas mismas las que manejen la situación y moderen sus estrategias. Lamentablemente tanto los ejecutivos como los analistas esperan que la competencia sea cada vez mayor y produzca una mayor caída en los precios.
La economía china
En este punto el lector podría señalar que la competencia y la baja de precios es una buena noticia. Y normalmente lo es, pero la realidad económica en China es complicada, en especial en la industria automotriz.
Los automóviles eléctricos chinos han ganado participación en una gran cantidad de mercados. Siendo uno de los casos más emblemáticos el de Europa, donde han aplastado a Tesla y obligado a varias empresas locales a pensar estrategias de acuerdo para sobrevivir. Sin embargo a menudo estos avances se han realizado gracias a fuertes subvenciones estatales.
Mientras tanto la economía china atraviesa un periodo de deflación y caída del consumo y la actividad industrial. Las automotrices han expandido fuertemente sus capacidades pero luchan por un mercado local reducido.
Cada vez más bajo
La Asociación de Fabricantes Automotrices de China ha señalado que “algunos fabricantes han comenzado con importantes cortes de precio y muchas empresas los han seguido, esto a disparado una nueva ronda de pánico en una guerra de precios”. La declaración tenía como principal objetivo a la compañía BYD, que había realizado descuentos del 30% en varios de sus vehículos. BYD concentra el 30% del mercado local.
El temor de la asociación es que con el afán de ganar participación en el mercado muchas empresas sigan reduciendo los márgenes de ganancia incluso a niveles inferiores al costo de producción. En general esta estrategia es utilizada por las empresas más grandes hasta fundir a las más pequeñas. Una vez que la competencia es eliminada los precios vuelven a subir.
Se espera que el gobierno chino introduzca nuevas regulaciones para controlar más la competencia.